Luis Pousa, Una enorme falta de rigor

miercoles 24 de enero de 2007
LUIS POUSA
CELTAS SIN FILTRO
Una enorme falta de rigor
Supongamos que Abel Caballero se hubiese limitado a administrar el silencio o, a lo sumo, a aplicarle la moviola a los populares vigueses, a fin de recordarles que su indignación reivindicativa de ahora, para que Vigo tenga un línea de AVE que enlace directamente con la meseta a través de Ourense, mal se compadece con la actitud sumisa que antes mostraron con el Gobierno Aznar, primer responsable de que la variante de Cerdedo no fuese asumida, en su día, por el Ministerio de Fomento.
En tal caso, Caballero habría sido criticado duramente por doña Corina, y el señor Figueroa no habría dudado en acusarle de desleal con Vigo, además de obsequiarle con otra lindezas similares en línea del vocabulario bronco que viene empleando el gobierno municipal en los últimos doce meses. Y, muy probablemente, las fuerzas vivas locales y, en general, los ciudadanos vigueses tendrían la sensación de que el socialista no daba ni la cara ni la talla para aspirar a la alcaldía.
Pero no ha sido así. En un rasgo de audacia, que ha sorprendido a sus rivales, don Abel se ha conjurado consigo mismo para desafiar al destino, autoimponiéndose la condición de que si Fomento no recorta los plazos para el AVE entre Vigo y Ourense, renunciará a ser el candidato socialista a la alcaldía. La cosa tiene más enjundia de lo que pudiera parecer, pues aún tratándose de compañeros de filas, a la ministra Magdalena Álvarez maldita la gracia que le hace que le planteen pulsos de ese estilo. Y si se trata de que las cosas se resuelvan en familia, no son los medios de comunicación el ámbito más adecuado para conseguirlo.
Tampoco en esto sus adversarios le han reconocido a Caballero más mérito que devaluarle el alcance de la reunión que éste mantuvo el pasado lunes, en Madrid, con el secretario de Estado de Infraestructuras. Por su parte, al socialista le han faltado huecos para llenarse el pecho de medallas inexistentes.
En definitiva y siguiendo la estela lógica de Rajoy, los populares vigueses han venido a decirle a su rival que si lo de la variante de Cerdedo sale adelante no será por su intermediación ante Fomento y si no sale es porque Fomento ni caso que le hace.
Sirva lo anterior a modo de botón de muestra de la falta de rigor que inspira la confrontación política, en estos momentos, y de como los discursos -¿son, en realidad, discursos, o se trata de simple soflamas?- carecen del menor crédito por falta de un mínimo sentido de la objetividad en sus autores.
Sin necesidad de cambiar los actores de referencia, el rechazo, por parte de la Consellería de Política Territorial, del PXOM de Vigo fue interpretado por la alcaldesa y el concejal de Urbanismo como una maniobra partidista dirigida por Abel Caballero. Una acusación muy grave, no sólo porque pone en tela de juicio los criterios con los que actúa la Administración autonómica en términos de política urbanística, sino porque subordina la autoridad de la Consellería y de la presidencia de la Xunta a los caprichos de un aspirante a una alcaldía.
Sin embargo, para avalar sus invectivas los acusadores no aportaron más datos que sus opiniones. Y resulta que de la reunión celebrada ayer entre Corina Porro y María José Caride se desprende que el problema es técnico y el Plan puede estar aprobado antes de la cita electoral de mayo. En fin...