martes, enero 23, 2007

Luis Pousa, Tiene poco que ganar

martes 23 de enero de 2007
LUIS POUSA
CELTAS SIN FILTRO
Tiene poco que ganar
Exceso de ruido y cierta tendencia a exagerar impiden evaluar la escasa trascendencia económica que tiene para Galicia el hecho de que la multinacional Pescanova no contemple, entre sus inversiones a corto plazo, construir dos nuevas plantas acuícolas en la Mariña lucense, según consta en una comunicación suya cursada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Se sobreentiende que la decisión está fundamentada en criterios de racionalidad empresarial, y con arreglo a esos mismos criterios el consejo de administración del grupo vigués ha decidido instalarse en Portugal, con un "ambicioso proyecto", anunciado a bombo y platillo y que ha contado en su presentación con la asistencia de ministros del Gobierno del país vecino.
Pescanova, que acumula una larga experiencia en la explotación de los recursos marinos, dispone de diez granjas en total, de las que sólo tres están en Galicia. Las siete restantes se reparten entre Andalucía (3) y Chile (4). Sin embargo, el número de personas que trabaja en las tres sociedades filiales dedicadas a la reproducción animal (Insuiña, Acuionova y Pesca Chile) solamente supone el diez por ciento, aproximadamente, de la plantilla total del grupo (3.400 empleados).
La acuicultura no es una actividad económica intensiva en mano de obra y ésta ha de ser especializada. Pero constituye una alternativa a la pesca y al agotamiento de los recursos pesqueros que sufren los mares como consecuencia de los excesos en las capturas. De ahí que la Comision Europea tenga establecidas líneas de ayudas para potenciar la acuicultura, incluida la correspondiente a I+D+i para el período 2007-2013.
Por lo mismo, y dadas las magníficas condiciones naturales que reúne Galicia para el cultivo de peces y mariscos, no faltarán empresas dispuestas a desarrollar en el litoral gallego nuevos proyectos, acogiéndose a las ventajas específicas que contemplará el plan de acuicultura en el que está trabajando la Xunta para que entre en funcionamiento en la primavera de este año, y las empresas puedan acogerse a las subvenciones europeas.
La renuncia de Pescanova a instalar dos plantas en el norte de Lugo no generará ningún vacío, pues esos huecos serán ocupados por otras iniciativas empresariales. Acordes, además, con un modelo de crecimiento económico más en la línea de los países nórdicos que de Portugal, en el que prime la transformación del tejido empresarial con arreglo al principio de eficiencia.
El aumento de la productividad depende de una más eficiente utilización de los factores, unido a un incremento del stock de capital y de la dotación tecnológica.
La Comisión Europea asume que la competitividad significa "elevadas y crecientes condiciones de vida con el menor nivel posible de desempleo voluntario, sobre una base sostenible". Ontiveros, Manzano, Téubal y otros economistas vienen señalando que, desde una perspectiva estrictamente económica, la síntesis más expresiva de la prosperidad de un país es el aumento de la renta por habitante de los ciudadanos; luego, señalan, no se trata sólo de que las empresas produzcan más, sino de que produzcan mejor.
Esto es lo importante para Pescanova, y no una guerra con la Xunta en la que tiene poco que ganar y, quizá, más que perder.

No hay comentarios: