lunes, enero 08, 2007

La perversidad social como arma terrorista

La perversidad social como arma terrorista
Rafael González Rojas

9 de enero de 2007. Mariano Rajoy fue contundente tras su reunión de ayer con el presidente del Gobierno. Había sido convocado casi con urgencia a La Moncloa y esperábamos el resultado con cierta impaciencia. A lo mejor Rodríguez Zapatero, pensamos, se baja de la nube y decide volver al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo. Pero no. El presidente ofreció a Mariano Rajoy –según María Teresa Fernández de la Vega- un «diálogo permanente» para lograr la unidad frente al terrorismo. Pero Rajoy, se lamentó la vicepresidenta, ha hecho siempre oídos sordos a esa llamada y por eso apelaba ahora a su responsabilidad para que no rechace esta nueva oferta. Sin embargo, el líder del PP dijo que salió del Palacio de la Moncloa sin una idea clara sobre cuál va a ser la política antiterrorista del Ejecutivo ni de por qué se produjo el atentado de ETA. La postura del líder del PP fue tajante al ratificar su posición: "Es posible derrotar a ETA sin pagar precio político, hay que creérselo y actuar en consecuencia". ¿Cómo? "Había un pacto, y por decisión unilateral del presidente del Gobierno quedó en desuso. Se cambió la política antiterrorista de la anterior legislatura. Hay un hecho objetivo: las cosas no han salido bien con el cambio de política, y lo sensato y lo racional es rectificar, volver al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo. Es volver a apostar con claridad por la derrota de ETA". Esto que ha dicho Rajoy se lo he oído decir, con palabras casi parecidas, a Nicolás Redondo, a Rosa Díez y a otros socialistas, de cuyo pedigrí como tales nadie puede dudar. ¿Qué es, pues, lo que trata de vendernos el Gobierno? ¿Por qué trata de engañar a la gente con esos sofismas y cantos a la paz cuando está más que demostrado que todo eso es inviable? ¿Cómo es posible que personas inteligentes apoyen esa estrategia clamorosamente fracasada? Dicen las encuestas que el PP, tras el atentado de Barajas, ganaría las elecciones con medio punto de ventaja sobre el PSOE. Y los afines al PP lo destacan como un triunfo. ¿Sólo medio punto? A mí me parece una miseria, y eso denota que algo grave le está ocurriendo a la sociedad española. Según Juan Manuel de Prada, en un reciente artículo en ABC, la más poderosa arma de todas las que dispone el terrorismo es la perversidad moral que se alberga en el seno de la sociedad española. Se trata de una perversidad que antepone obtusas razones partidarias a la erradicación de la lacra terrorista. Para este joven y agudo polígrafo esta perversidad se hizo patente tras la hecatombe del 11-M: mucha gente vio en aquellos atentados, más que un ataque a la sociedad y a las instituciones, una ocasión propicia para desbancar al Gobierno; "y la facción que entonces se encontraba en la oposición no sólo no hizo ascos a este aprovechamiento indigno de un acontecimiento luctuoso, sino que lo auspició y jaleó". Ahora también la misma facción, pero esta vez desde el poder, antepone obtusas razones partidarias a la única estrategia que ha demostrado su eficacia frente al terrorismo: el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo. Y eso ¿por qué? Si el invento fue de Zapatero, no cabe otra interpretación que la de la perversidad moral que supone mantenerse en el poder a cualquier precio.

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