jueves, enero 25, 2007

La liberalizacion total de los sevicios,¿para cuando va a llegar?

La liberalización total de los servicios, ¿para cuándo va a llegar?
Carmen Tomás

Cambiar sin traumas de operador de telefonía móvil, darse de baja con sencillez de una televisión de pago, que te cobren por el aparcamiento sólo el tiempo que lo has usado: ¿es mucho pedir?

25 de enero de 2007. ¿Por qué nunca nada es perfecto o, al menos completo? Lo digo a propósito del anuncio de Telefónica de implantar a partir del 1 de marzo la tarificación por segundos de todas sus llamadas realizadas a través de su operador de móvil Movistar. Las cuentas dicen que nos ahorraremos un 65% en el precio de las llamadas, a pesar de que no cambia lo que nos cobran por los mensajes cortos y multimedia. Pero es que uno sigue leyendo la comunicación de la empresa y se va poniendo aún más contento. No sólo comienza, por fin, el cobro por segundos, sino que se elimina el cobro del primer minuto completo de comunicación y que según cálculos de la compañía representa en torno al 60% de las llamadas que hacemos con el móvil. Pero estás ya a punto de terminar de leer el comunicado, y cuando ya le has dedicado varias sonrisas blanditas a tu bolsillo y estás pensando que ya era hora de que alguien te diera este año una buena noticia para tu economía, se te cae el tenderete. "El establecimiento de llamada sube el 25%, al pasar de 0,12 euros a 0,15 euros". ¿Ven cómo nada es perfecto? Movistar, con esta medida -ya era hora y a ver si cunde el ejemplo-, que se aplaude, pero que no viene más que a cumplir una ley llamada de Mejora de la Protección de los Consumidores, no acaba de rematar la jugada. Sus intenciones son perder lo menos posible, aunque no cabe duda de que la competencia le hace a uno espabilarse. Hay en el mercado un nuevo operador y los demás no se quedan atrás en sus ofertas. Pero, como les decía, la noticia no podía ser perfecta del todo. Cuando uno cuenta por ahí fuera el coste de la telefonía en España y las dificultades que se ponen para que uno pueda cambiar de compañía, no te creen. Hay otro caso sorprendente: el de los aparcamientos públicos. Todos recordamos sentencias en las que se les obligaba a cobrar por el tiempo que realmente el coche ha estado aparcado en sus instalaciones. Pues nunca más se supo. Supongo que habrá recursos por medio, no lo recuerdo ahora axactamente, pero es igual. Es que es de sentido común que uno pague por el tiempo real que utiliza un servicio. No debería hacer falta poner demandas y esperar recursos. Y, sin embargo, es al revés, los parking son de los servicios más caros, donde tienes la sensación de que te están engañando, de que se están cebando contigo por la necesidad que tienes de utilizarlos. Es de las cosas más escandalosas. La verdad es que todo lo que tiene que ver con las empresas de servicios públicos o privados, donde la relación de las empresas con los clientes es de engaño sistemático, es el mareo, el papeleo. ¡Hay que ver todo lo que hay que hacer para darse de baja en una compañía! ¡Con lo fácil que es todo cuando de lo que se trata es de darse de alta! Entonces, todo son facilidades. Se puede hacer todo por teléfono. Después para la baja, ya todo el papeleo tiene que ser por fax y lo tienes que hacer tú todo. ¿A quién no le ha pasado darse de alta en una tele de pago? ¡Te lo ponen todo, hasta vienen a tu casa! Pero, amigo, si te quieres ir ¡tienes que llevar tú mismo el equipo a donde te digan y si no pagar una pasta para que se lleven ya el maldito chisme! Me consta que las organizaciones de consumidores trabajan en todo esto, pero las resistencias son enormes y la palabrería mucha. Siempre es un asunto que se va a mejorar, pero luego las empresas no hacen más que poner dificultades. Es increíble, pero aún la libertad para contratar servicios no es total, sobre todo por las trabas para cambiar de empresa. Es, sin duda, una de las muchas tareas pendientes y que aliviaría el IPC y el bolsillo.

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