jueves, enero 25, 2007

Algunas precisiones sobre elfracaso de la reforma estaturaria gallega

Algunas precisiones sobre el fracaso de la reforma estatutaria gallega
Luis Miguez Macho

25 de enero de 2007. Hay cosas que se pueden prever sin tener dotes adivinatorias ni ser un analista político excepcional. Por ejemplo, que el fracaso de la reforma estatutaria en Galicia pasaría sin pena ni gloria en la calle, aunque pudiese provocar estrambóticas reacciones de pesar o enfado en cierta prensa local y demás ambientes con fuertes intereses en las subvenciones autonómicas. Así ha sido, y aunque ni siquiera estos últimos han exagerado todo lo que cabría temer en sus reproches (al PP gallego, claro), no está de más dejar por escrito unas cuantas precisiones, por si acaso y para la historia.No se puede aceptar en silencio la doble vara de medir que se sigue aplicando en nuestro país en estas cuestiones. Si los nacionalistas, aquí el BNG, no dan su brazo a torcer y consiguen hacer fracasar la reforma estatutaria simplemente por negarse a admitir el marco constitucional vigente, no hay nada que reprocharles: son nacionalistas y se han mantenido firmes en sus convicciones.Sin embargo, si el PP defiende sus posiciones constitucionalistas hasta el final, y el PSOE, que ha sido y debería continuar siendo un partido también constitucionalista, no le sigue porque entre la fidelidad a la España constitucional y su pacto de gobierno con los nacionalistas opta por esto último, entonces es legítimo hablar de "traición a Galicia", inflexibilidad o "sumisión a Madrid".En el caso de Galicia, lo impresentable de esta doble vara de medir se agrava por el hecho de que, casualmente, el PP tiene más del doble de votos y casi el triple de escaños que los nacionalistas en el Parlamento autonómico. Así que lo que se nos está intentando vender es que, en vez de ser las fuerzas minoritarias, PSdeG y BNG, las que se tendrían que acercar a la mayoritaria, todas deberían rendir unánime pleitesía al 18% de votos nacionalistas.Es igualmente inútil insistir en argumentos que ofenden a la inteligencia, como la supuesta sumisión del PP gallego a "Madrid". El PP de Galicia no está sometido a nadie de Madrid: es que es parte integrante de un gran partido nacional, que tiene un ideario y un programa comunes para toda España, y los gallegos lo llevan votando de manera mayoritaria elección tras elección a sabiendas de eso y justamente por eso.Más todavía: desde esa posición, el PP gallego ha construido nuestra Comunidad autónoma, peleándose con frecuencia en los largos años que van de 1982 a 1996 (salvo el paréntesis ente 1987 y 1989) con el "Madrid" de los Gobiernos socialistas de Felipe González, que no brillaban precisamente por su autonomismo.Que los dirigentes del PP gallego se coordinen con los nacionales del partido para que éste diga lo mismo en todas partes no es lo mismo que desde Madrid les tengan que dar lecciones o instrucciones sobre las ideas que han de defender. Por eso resulta ridículo que alguien del BNG descubriese con indignada sorpresa que Núñez Feijoo y Acebes (que viene a ser como el coco para la izquierda y los nacionalistas) piensan aproximadamente igual.Por supuesto. Sorprenderse de ello sería tan estúpido como hacerlo por comprobar que Pérez Touriño y José Blanco son de la misma cuerda. Lo terrorífico sería que Núñez Feijoo pensase como Quintana, el líder del Bloque. Ese día se acabaría la democracia en Galicia.

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