jueves, enero 25, 2007

¿Mesquida contra Alonso? ¿Quien quiere una Guardia Civil no militar?

Mesquida contra Alonso? ¿Quién quiere una Guardia Civil no militar?
Pascual Tamburri

25 de enero de 2007. Un grupo de miles de militares de uniforme marchó por las calles de Madrid con peticiones políticas. Así contado, podríamos pensar en episodios de nuestro pasado como las Juntas de Defensa del coronel Márquez, algunos episodios siniestros de la sangrienta Segunda República o algunas de las ideas del teniente coronel Tejero. No fue nada de eso, pero el pasado sábado, 20 de enero, la manifestación de la Asociación Unificada de Guardias Civiles rompió reglas y tradiciones que no pueden anularse sin meditar en las consecuencias. Según Javier Arenas, "inimaginable".La AUGC –la única asociación de guardias civiles a la que Zapatero recibe y mima, frente a otras diez- convocó una concentración en la Plaza Mayor de Madrid para "exigir el reconocimiento de los derechos de los agentes y la democratización del instituto armado". Que no fue una militarada derechista no hace falta demostrarlo: el acto "sindical" estaba apoyado por CCOO y UGT y su portavoz fue el progre Fernando Savater. Unos tres mil guardias civiles de uniforme pidieron a Zapatero –"Zapatero, embustero"-, a Rubalcaba y a Alonso que cumplan sus compromisos electorales. Compromisos materiales que sin duda los esforzados miembros de la Benemérita merecen de sobra, mejores condiciones de vida, de trabajo y de remuneración que todos los demás cuerpos policiales tienen ya con creces. Y un compromiso puramente ideológico, que es la desmilitarización del Cuerpo, demagógicamente ligada al resto de promesas incumplidas por el PSOE.La Ley debe cumplirseIncluso quien desee que la Guardia Civil no sea militar –una minoría de los afectados- debe asumir que hoy lo es. Las reglas deben respetarse hasta que se cambien. Y el sábado se vieron escenas que trasladadas al resto de Unidades militares ponen los pelos de punta. ¿Se imaginan ustedes un par de batallones de carros de combate, por ejemplo, pidiendo al Gobierno cambios legislativos de algún tipo? ¿Sabe José Antonio Alonso cómo se llama eso? Según el Código Penal Militar "se considerarán también reos de sedición militar los militares que, en número de cuatro o más, hicieren reclamaciones o peticiones colectivas en tumulto, con las armas en la mano o con publicidad… Las demás reclamaciones o peticiones colectivas, así como las reuniones clandestinas para ocuparse de asuntos del servicio, serán castigadas con la pena de tres meses y un día a un año de prisión". Sobran comentarios: incluso quien quiera la desmilitarización debe atenerse a la naturaleza hoy militar de la Guardia Civil, y deberá responder de la lamentable imagen de unos militares de uniforme gritando "Somos civiles, no militares".Los guardias civiles están hartos, y tienen razónImaginen ustedes que trabajan en una oficina, y que su compañero de mesa, menos cualificado, cobra más, trabaja menos horas, tiene tareas más ligeras y es mejor tratado por el jefe. ¿Les enfadaría a ustedes? Es lo que pasa si comparamos la vida en la Guardia Civil con la de los miembros del Cuerpo Nacional de Policía, la Policía Local, la Policía Foral y no hablemos de los muy mimados policías de la Ertzaintza y de los Mossos d´Esquadra.Y es que además Zapatero prometió cambios que aún no se han visto. Pero los envolvió demagógicamente en una promesa de desmilitarización que nada tiene que ver con lo anterior. Y al aceptar los prejuicios ideológicos de la izquierda el riesgo es mucho: dividir el Cuerpo, crear tensiones personales y, además, perder la razón.¿Por qué no va a ser militar? En principio, una intuición: si lo piden unidos con el Movimiento contra la Intolerancia y la izquierdista Asociación Pro Derechos Humanos no puede ser nada bueno ni para la Guardia Civil ni para las Fuerzas Armadas. Es una cuestión complicada. ¿Puedes poner militares a hacer un trabajo de civiles? ¿Puedes poner civiles a hacer un trabajo que durante siglo y medio han hecho militares con universal aplauso? Y, por otra parte, ¿son los denostados orden y disciplina principios exclusivos de una organización militar?Es más fácil visto de otro modo. Si una parte de los miembros de la Guardia Civil no quieren ser militares, que se habiliten plazas para ellos en las Policías civiles, que necesitan personal experto. Porque otra parte de los militares con tricornio, y desde luego una mayoría social en España, quieren una Guardia Civil bien tratada y, a la vez, militar. Porque sus funciones son diferentes; porque su estilo es diferente; porque la confianza es diferente. Si fuese igual, lo lógico sería la creación de un único Cuerpo, y no de dos, ni mucho menos de diecisiete.Hay, en el fondo una cuestión de principios, aunque Joan Mesquida no sepa qué es eso. Vivimos la contradicción entre una comunidad necesariamente jerárquica, disciplinada, basada en la autoridad, abnegada y silenciosa y una sociedad cada vez más anárquica, indisciplinada, hecha de opiniones, egoísta y vocinglera. Pero para ciertas tareas necesariamente duras hace falta algo duro y abnegado como la Guardia Civil, cuerpo militar. Hombres y ahora mujeres que han prestado un juramento y besado una bandera, que viven bajo el "Todo por la Patria" y que saben que un juramento es una cosa muy seria, aunque no se lo hayamos explicado bien a las víctimas de la LOGSE. Tal vez sea eso lo que quieren liquidar los manipuladores y tergiversadores de un descontento que, ése sí, tiene razón de ser.

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