miércoles, enero 24, 2007

La Audiencia Nacional se coloca en el centro de todas la miradas

La Audiencia Nacional se coloca en el centro de todas las miradas
Elsemanaldigital.com

24 de enero de 2007. El jueves 15 de febrero se abrirá el juicio oral en la Audiencia Nacional por los atentados del 11 de marzo de 2004. Tres años después de los hechos se trata de saber quién fue culpable de la muerte de ciento noventa y dos personas, de mil quinientos heridos y, aunque sea indirectamente, de un cambio político inesperado en las elecciones celebradas tres días después. Será un juicio que hará historia, y que destacará en cualquier caso por su volumen y por su complejidad, ya que de partida se va a iniciar con veintinueve imputados, cien peritos convocados y aproximadamente seiscientos testigos. La Audiencia Nacional será a partir de ese día uno de los centros de nuestra vida pública.Las decisiones tomadas ayer y anteayer en el Tribunal anticipan ese papel decisivo en dos grandes cuestiones que preocupan a los ciudadanos. Dos decisiones demuestran que la instrucción del caso del 11-M por el juez Juan del Olmo ha sido muy defectuosa, y está siendo completada a toda prisa dejando de lado la versión oficiosa hasta ahora asumida desde el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y su entorno mediático.Por un lado, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha ordenado realizar un análisis exhaustivo de los restos hallados en los trenes, para determinar la composición de las bombas. Tres años después de los atentados no se sabe a ciencia cierta qué explosivos se utilizaron. El jefe de los Tedax de la Policía Nacional, Juan Jesús Sánchez Manzano, firmó un análisis sin ser perito y no envió nunca las muestras a la Policía Científica. A pesar de la voluntad política de que el explosivo fuese Goma 2 ECO aún no hay una pericia que el Tribunal pueda aceptar, y un equipo amplio de expertos tiene el encargo de realizar esa investigación antes del 13 de febrero. Sea cual sea el resultado, la instrucción del proceso ha quedado en evidencia y de ahí deberán derivarse consecuencias tanto personales como políticas.Por otra parte, la vinculación de ETA con los atentados del 11-M es aceptada como posible hipótesis por la Audiencia Nacional, que ha llamado a declarar como testigos en este juicio a los etarras Henri Parot, Gorka Vidal e Izkur Badillo. Esto se produce a petición de la defensa de Jamal Zougham, teniendo en cuenta que el nombre y el teléfono de Parot aparecieron en la celda del islamista Abdelkrim Benesmail, lugarteniente de Allekema Lamari, muerto en la explosión del piso de Leganés en abril de 2004, y que la "caravana de la muerte" de ETA –una furgoneta con 536 kilos de explosivos- salió rumbo a Madrid el mismo día y a la misma hora que la que trasladó desde Asturias los explosivos que hipotéticamente se usaron el 11-M. Muchas coincidencias que quedan ahora en manos de una Audiencia Nacional que asume sobre sí una grave responsabilidad.ETA –sea cual sea su posible vinculación con aquellos atentados- depende también de la Audiencia Nacional, que estudiará hoy miércoles si se aplican beneficios penitenciarios a José Ignacio de Juana Chaos, el sanguinario etarra en huelga de hambre. Un informe médico sobre su estado físico ha alertado sobre los riesgos de su permanencia en prisión en estas condiciones, de manera que De Juana podría pasar, si la Audiencia así lo decide, a un régimen de detención domiciliaria. Esa decisión, en caso de tomarse, abriría las puertas para que otros presos, etarras o no, obtengan la excarcelación a través de huelgas de hambre más o menos reales. Y eso, en un momento en el que el "proceso de paz" de Zapatero debe incluir según la banda terrorista la liberación de los pistoleros, es una decisión política. La política, hoy, pasa por la Audiencia Nacional, y la calidad de nuestro régimen democrático se podrá medir en el acierto de estas decisiones.

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