martes, enero 23, 2007

Emilio Botin, que aún no olfatea vientos de cambio,descoloca al PP

GARGANTA PROFUNDA

Emilio Botín, que aún no olfatea vientos de cambio, descoloca al PP
Elsemanaldigital.com

Soplan, según todas las encuestas, y un banquero digno de tal nombre, además de atender a la cuenta de resultados, debe andar listo para posicionarse ante los giros de la ruleta política.

24 de enero de 2007. Sin embargo, Emilio Botín, presidente del Banco Santander Central Hispano, todavía no lo ha hecho. De hecho, y según consta a Garganta Profunda, en el seno del Partido Popular no ha pasado desapercibida la presencia la semana pasada del todopoderoso cántabro en el Foro de Nueva Economía donde habló el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero."Emilio Botín no va nunca a nada, salvo a lo suyo, pero en esta ocasión estuvo allí", dicen fuentes populares. Efectivamente, en el hotel Ritz de Madrid el banquero estuvo encantador en grado sumo, manifiestamente deseoso de quedar bien. Y es que el presidente del BSCH nunca da una puntada sin hilo. "¿Qué le pasa a Botín con el Gobierno de Zapatero?", se ha preguntado estos días más de un alto cargo del Partido Popular.En honor a la verdad, Zapatero, en su calidad de presidente del Gobierno, logró reunir en las mesas de varias salas a más de ochocientos invitados. En solamente un puñado de mesas estaba casi todo el Ibex 35: los presidentes de Iberdrola, Acciona, ACS, Ono, Air Europa, OHL, AC Hoteles, Telecinco y un largo etcétera; los consejeros delegados de Telefónica, Prisa, Antena 3 Televisión y de varias cajas de ahorro; altos directivos empresariales a granel, así como presidentes de patronales varias.Y sí, entre todos ellos, también estaba Botín. Cosas veredes. Los poderosos siempre buscan su lugar al sol que más calienta. Para tranquilidad de las huestes populares, el hoy líder del principal partido de la Oposición, Mariano Rajoy, sólo tiene que llegar al Palacio de La Moncloa para comprobar cómo la clase empresarial le espera con los brazos abiertos para recordar viejos tiempos y hacerle agradable la estancia en lugar tan acogedor.

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