Juan Orellana, Apocalipsis maya

jueves 18 de enero de 2007
ÚLTIMA PELÍCULA DE MEL GIBSON
Apocalipsis maya
Por Juan Orellana
Mel Gibson ha vuelto a hacerlo. Sus detractores han sacado armamento pesado a causa del estreno de Apocalypto, una película de acción sobre la caída del imperio maya.¿De qué le acusan esta vez? David Anser, en Newsweek, afirma: "Mel Gibson regresa a su tema favorito: hombres casi desnudos siendo torturados [...] No hay nada cínico acerca de su obsesión con la sangre y el dolor. La patología es genuina."
Más duro es Kenneth Turan, que en Los Angeles Times declara: "Si la sociedad está en peligro, la cantidad de violencia que aparece en las pantallas es la medida de ese declive. Mel, nadie a tu alrededor te lo dirá, pero tú no eres parte de la solución. Eres parte del problema". Pero, sin embargo, otros críticos, como Josep Parera, de Imágenes de Actualidad, escribe sin complejos: "Detrás de toda su espectacularidad y violencia existe la mirada personal y sincera de un artista cuya intensidad emocional, moral e intelectual está fuera de toda duda". Y añade: "¿Por qué Gibson polariza tanto a la audiencia? ¿Sucedería lo mismo si en lugar de ser un conservador cristiano fuera un ateo de izquierdas?"
En fin, como ven, la cosa anda revuelta. Ciertamente la película es muy violenta, incluso innecesariamente violenta, y nos habla de un director que disfruta con la sangre. Parece indiscutible. Pero también es cierto que Apocalypto es una película muy buena, bien contada, visualmente impactante y de interesantísimo mensaje.
La película se puede leer de varios modos. Por un lado, hay quien lo ve como un canto a la familia, mejor dicho, como una reivindicación de la familia como única tabla de salvación para la sociedad. De hecho algunos críticos han querido ver una metáfora de los tiempos presentes; incluso algunos ven en ella una película pro-life (por la escena cumbre del film, esto es, el nacimiento bajo el agua del hijo de Jaguar Paw). Sin duda este es un grupo de cuestiones vertebrales del film.
Otro asunto es su ataque al relativismo cultural y a la alianza de civilizaciones. Muestra claramente cómo no todas las expresiones culturales son iguales en términos de humanidad, y cómo unas son superiores a otras en relación al respeto de la condición humana. En este sentido, él deja ver en la película cómo la llegada de los españoles supuso el abandono de prácticas y costumbres terriblemente bárbaras. Esto último ha puesto en pie de guerra a los indigenistas más antiespañoles. Por ejemplo, el comisario presidencial guatemalteco contra el racismo, Ricardo Cajas, ha condenado la película acusándola de racista y de satanizar la cultura indígena: "Esta película está basada en suposiciones que nos presentan a los mayas como un pueblo bárbaro, asesino, que solamente pudo ser salvado por la llegada de los españoles".En conclusión, podría decirse que Apocalypto es un excelente producto presentado en un envoltorio de difícil digestión para estómagos sensibles. Sin duda Gibson es un poco "alternativo", pero a los "alternativos" de izquierda les llaman genios, y a él le demonizan. Así se escribe la historia.