viernes, enero 05, 2007

Jose Luis Barceló, Medio siglo de television

Medio siglo de televisión
José Luis Barceló
SELLO CONMEMORATIVO
Correos ha conmemorado el cincuentenario de la televisión en España con el lanzamiento de este nuevo valor de 0,29 céntimos y una tirada de 1 millón de ejemplares.
HACE 50 AÑOS
"El futuro ha comenzado": así se llamaba el programa de TVE que dirigía mi padre, José Luis Barceló Fernández de la Mora, desde las históricas dependencias del Paseo de la Habana hacia 1957. Un futuro en el que las pantallas han estado muy presentes desde entonces.

5 de enero de 2007. La televisión hace en España 50 años, medio siglo de imágenes transmitidas como por arte de magia. En ese medio siglo España, qué duda cabe, ha cambiado muchísimo. Tanto, que ni se la reconoce. En España las emisiones regulares de televisión comenzaron el 28 de octubre de 1956, retransmitiendo una misa, una actuación de los Coros y Danzas, discursos y un par de entregas del No-Do. La señal, que sólo se captaba en Madrid capital, apenas llegó a unos centenares de televisores importados. En 1959 la señal de TVE llegó por fin a Barcelona a tiempo para retransmitir un Barça-Real Madrid.El invento comenzó de ese modo incierto con poco futuro que se vaticina a ciertos artilugios, con unas primeras experiencias de transmisión de imágenes que se realizaron a mediados del siglo XIX. Entonces no se hablaba de télévision, palabra francesa que utilizó por primera vez el ruso Constantin Perskyi en una conferencia impartida en el I Congreso de Electricidad celebrado en París en 1900. Las pantallas han sido de suma utilidad en el devenir de nuestra historia tecnológica, y no se puede hablar del siglo XX sin incluir en él la tele. Los mismos ordenadores habrían sido impensables sin el invento previo de la pantalla, que ha servido para ensayar videojuegos, ordenadores y hasta artefactos diversos de visión, incluidos los de las naves espaciales.Desde aquel primer tubo de rayos catódicos hasta las pantallas planas TFT de hoy en día todas tienen un mismo fin: presentar imágenes, datos e información visual de todo tipo.De los tubos de "rayos catódicos" tengo alguna anécdota para la historia. Hubo un tiempo en que entre España y Portugal había una serie de impedimentos a la hora de pasar cosas que se compraban al otro lado de la frontera. De Portugal había limitaciones para traer azúcar o café y, cómo no, aparatos eléctricos, entonces escasamente electrónicos.En la frontera te paraba la Guardia Civil, que mi padre llamaba "los carabineros", y te podían requisar lo que llevaras ilícitamente. Mi padre compró una vez un televisor en blanco y negro, gigantesco, creo que era un Pye inglés, que se importaba entonces a Portugal desde Inglaterra. Cuando llegó a la frontera, a parte de medir los cupos de café y azúcar que llevaba, le preguntaron por el gigantesco aparato, imposible de camuflar. Nadie en España sabía lo que era aquello, pues estamos hablando de alrededor de 1957. Mi padre, que era miembro de la Asociación para el Progreso de las Ciencias y de la Real Sociedad Geográfica, les contestó que se trataba –"de un tubo de rayos catódicos para sus experimentos"-, y coló. Los gendarmes se quedaron patidifusos y mi padre, sin engañarles, les coló un gol.También por aquellos tiempos, mi padre llevaba un programa de la televisión primigenia que se hacía desde el Paseo de la Habana, El futuro ha comenzado, se llamaba. Allí estuvieron los estudios hasta 1964, en que se inauguró Prado del Rey. Era una especie de revista o magazine, en el que se comentaban los avances mundiales de la ciencia y la medicina. En una de aquellas ocasiones, abrió con un reportaje sobre el lanzamiento de satélite ruso Sputnik el 4 de octubre de 1957, al que calificó de "orgullo de la ciencia soviética". A mi padre jamás le censuraron, era un periodista bastante liberal, pero nunca padeció ningún tipo de censura ni en la radio, ni en la TV, ni en la prensa escrita. Pues en ese justo momento –en aquellos tiempos se emitía en directo-, alguien dio un portazo en el estudio y vociferó "¡¡Esto es una cabronada!!", en referencia al triunfalista comentario de mi ingenuo padre. Por ahí andará el testimonio en alguna cinta perdida de los archivos de TVE.También recuerdo las primeras apariciones de "color". La primera vez que vi una tele en color fue en torno a 1970, en un hotel en Londres. Luego TVE comenzó a emitir alguna cosa experimental a partir de primeros de los 70, hasta que en 1975 se regularizaron las emisiones a todo color, aunque casi nadie tenía un aparato para recibirlas. Nuestra primera TV en color fue una Grundig, y recuerdo que en las Navidades de 1976 o 1977 el primer anuncio que se dio después de las campanadas de las uvas fue uno de Nescafé, que nos hizo mucha ilusión en casa, ya ves qué tontería.Por aquellas fechas había catálogos de venta por correo que te vendían unos plásticos con tres bandas de colores que se "pegaban" literalmente a la pantalla para simular los colores de la tele, y uno de los primeros videojuegos, el Overkall, que se conectaba a la antena de la TV, tenía también pantallitas de plásticos de colores para hacer los campos de tenis, fútbol o lo que fuera.¡Ver para creer!

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