Está verificado, ETA nunca se desarmó

Está verificado: ETA nunca se desarmó
Elsemanaldigital.com

5 de enero de 2007. El presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, habló el pasado 29 de diciembre de los posibles "accidentes" en el curso de un "proceso de paz" con la banda terrorista ETA que el PSOE veía en cualquier caso con gran optimismo. Pocas horas después ETA voló el aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de barajas y mató a dos trabajadores ecuatorianos. Ayer jueves, para confirmar que no se trataba de un accidente ni de una casualidad, la Policía autónoma vasca localizó un coche-bomba en Durango (Vizcaya), cargado con un quintal de explosivos.ETA no se ha desarmado. Desde que Zapatero llegó al poder ha reclutado y entrenado nuevos terroristas, formando nuevos comandos; ha comprado armas y explosivos en el mercado internacional; se ha dotado de vehículos, documentación, placas de matrícula y pisos francos; ha robado 350 armas en el sur de Francia; y el pasado 23 diciembre de se localizó un zulo en Amorebieta (Vizcaya) con material para hacer explosivos. Todo esto, además, se ha financiado con la extorsión a empresarios vascos y navarros.Cuando acudió ante el pleno del Congreso de los Diputados a comunicar su intención de explorar la posibilidad de una negociación con ETA, y cuando en el mismo edificio pero sólo con los medios de comunicación anunció que iba a iniciar el "diálogo", Zapatero dejó claro que una condición para dar esos pasos era la verificación de las intenciones pacíficas de la banda. La verificación, a la luz de los hechos, fue insuficiente: ETA conserva su voluntad de matar para imponer sus metas y ha aumentado su capacidad de hacerlo. La verificación ha terminado.Si el presidente del Gobierno o el PSOE quieren retomar el "proceso" en algún momento o de alguna manera, tendrán que explicar qué ha sucedido en los nueve meses que, en vez de alto el fuego, han demostrado ser de preparación para nuevos atentados. Todos los apoyos parlamentarios y mediáticos que ha tenido y conserva Zapatero no bastan para ocultar la verdad de los hechos, y ésta es que el PSOE se obstinó en unas conversaciones con un interlocutor que ni había dejado las armas ni pensaba renunciar a sus metas de siempre. La unidad de los demócratas deberá hacerse en torno a la defensa democrática de la Constitución española, y sólo en esa unidad Zapatero volvería a contar con el consenso de la gran mayoría de los españoles.