Caso de Juana Chaos, ¿Porque murio Miguel Angel Blanco?

Caso De Juana Chaos: ¿por qué murió Miguel Ángel Blanco?
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25 de enero de 2007. A solicitud del presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Nacional, Alfonso Guevara, el Pleno de la Sala de lo Penal de este Tribunal decide hoy si el sanguinario terrorista José Ignacio de Juana Chaos ve suavizadas las condiciones de su encarcelamiento. El miembro de ETA cumplió en 2006 veinte años de prisión por el asesinato de veinticinco personas, y se halla actualmente condenado en primera instancia a otros doce años y siete meses de cárcel por amenazas terroristas vertidas en sus artículos publicados en el diario Gara.Diecisiete magistrados tienen hoy en sus manos algo más que el destino de una persona. Si De Juana fuese un enfermo grave cuya vida o integridad corriese riesgo por causas involuntarias no sería motivo de polémica pública la petición de la Fiscalía de la Audiencia Nacional de que se le conceda "prisión atenuada". Esto implicaría su traslado a su domicilio bajo control médico y bajo vigilancia policial, y es una práctica relativamente común en casos extremos de enfermedad.Sin embargo, De Juana Chaos no es un enfermo cualquiera. Su salud se encuentra muy deteriorada porque lleva más de dos meses en huelga de hambre intermitente; su huelga de hambre no es una enfermedad, sino un hecho estrictamente voluntario, y no hay precedentes de que un preso pueda conseguir de esta manera un trato penitenciario más favorable. Es lo que se ha dado en llamar "chantaje procesal" .El chantaje se resuelve hoy. Si los magistrados mantienen a De Juana en prisión los batasunos amenazan con incrementar su campaña de propaganda en nombre de un humanitarismo que por cierto De Juana nunca ha mostrado con las víctimas de ETA, ni antes ni después de su detención; será, cada vez más, un mártir laico de los abertzales. Y si la Audiencia Nacional "atenúa" las condiciones de su encarcelamiento para evitar esa campaña y para evitar la muerte o las lesiones del preso abrirá la puerta a que cualquier otro preso imite sus pasos para obtener una decisión similar. Ello sin contar el que la banda terrorista lleva años chantajeando al Estado español, sin que hasta el momento haya conseguido cesiones por parte de éste, como es lógico.Es necesario recordar llegado este punto que Miguel Ángel Blanco fue asesinado por ETA, tras su secuestro, al no haberse plegado el Gobierno a acercar los presos etarras a prisiones vascas, lo que había exigido la banda terrorista a cambio de poner en libertad al concejal del PP de Ermua. Si el terrorista De Juana es excarcelado hoy, en cierta medida cabe pensar para qué habrá servido el sacrificio de Miguel Ángel Blanco y de tantas otras víctimas inocentes asesinadas por no doblegarse el Estado democrático a las peticiones criminales de ETA.El chantaje en el caso que nos ocupa no tiene ninguna respuesta completamente buena. Siempre es así cuando lanza un envite siniestro cualquier banda de criminales. A pesar de la petición de la Asociación Víctimas del Terrorismo, personada en la causa como acusación particular, es poco probable que se decida la alimentación forzosa del reo, que sería una medida justa (pues cumpliría con el deber de custodia del Estado de mantener con vida al sanguinario preso cumpliendo su pena en una cárcel), pero políticamente polémica, no avalada desde luego por la Fiscalía.Aunque la decisión que se está tomando aparentemente es judicial y no política, a nadie se le oculta la importancia del paso para la política de José Luis Rodríguez Zapatero. El "proceso de paz" habría de implicar, en cualquier caso, medidas para favorecer a los presos de ETA; la "atenuación" de la prisión de De Juana sería interpretada por la izquierda abertzale como un gesto de distensión, y su permanencia en prisión sería vista como una negativa al "diálogo". Inevitablemente también estas consecuencias en la política y en el terrorismo van a pesar en las reflexiones de los magistrados, que tienen en sus manos, con De Juana, una parte del rumbo que tome la vida pública a partir de hoy, así como la actitud del Estado frente al terrorismo.