miércoles, diciembre 03, 2008

Juan Urrutia, Antes y despues

jueves 4 de diciembre de 2008
Antes y después

Juan Urrutia

I GNACIO URÍA MENDIZÁBALE ha sido asesinado por la banda terrorista ETA. Con la única diferencia del nombre, este año he escrito la frase que acaban de leer demasiadas veces para encontrarse la mafia vasca tan cerca de su final, al menos eso intentan que creamos los que mandan. Mendizábal ha muerto por pertenecer a una empresa, Altuna y Uría, que participa en la construcción de la llamada “Y” vasca (proyecto para conectar Euskadi con el “extranjero” por medio de un tren de alta velocidad). A esta caterva de adalides de la endogamia nunca les ha gustado el “mundo exterior”, si por ellos fuera levantarían una muralla para evitar la “contaminación” de la sangre vasca con la española, como ya dijo Sabino Arana en su tiempo.

Los auto-proclamados gudaris (soldados vascos) han sido tan valientes como para acercarse a un hombre de setenta y un años y descerrajarle dos tiros a bocajarro. Francamente, alguien debería otorgarles la Cruz de Guerra por tan inmensa demostración de coraje. Este asesinato es prueba de lo que ya sabíamos todos: Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki, no es más que otro monigote sanguinario y descerebrado de la banda que en absoluto se halla descabezada. Procediendo de la kale borroka, no podía ser de otra manera. Como dijo Rubalcaba tras la detención de Txeroki: habrá “un antes y un después” pero no “en ETA” sino en la familia Uría, que estas Navidades tendrá un asiento vacío en su mesa. Por desgracia, quien crea lo contrario es un ingenuo, no será la última víctima del odio xenófobo que destila el nacionalismo vasco y del afán de lucro de la banda criminal.

Azpeitia ha sido el lugar del atentado, un pueblo gobernado por ETA. Tras la ilegalización de ANV resulta incomprensible cómo sus integrantes no fueron inhabilitados para ejercer cualquier cargo público y se les permitió, y permite, mantener sus puestos como independientes en el ayuntamiento de dicha localidad. Acción Nacionalista Vasca es ETA, quienes la forman o formaron son terroristas y cada minuto que pasan ocupando el edifico municipal, el dinero dedicado a pagar sus sueldos es, en parte, empleado en balas. Son infinitas las ocasiones, durante la desarticulación de células etarras, en que se ha comprobado que miembros de los herederos de Batasuna pertenecían a las mismas o colaboraban, bien económicamente, bien como informadores, con ETA. Repugna pensar que los impuestos que pagaba Ignacio Uría ayudaron a comprar las armas que le dieron muerte y que, quienes le vigilaron para informar a sus asesinos del momento preciso en que salía diariamente del trabajo para jugar a las cartas con sus amigos, fueran, como es habitual, sus propios vecinos.

Para terminar, quiero expresar desde estas líneas mi mayor repulsa hacia este atentado y sus cobardes autores. También envío desde aquí mi más sentido pésame a familiares y amigos de Ignacio Uría Mendizábal.


(Artículo dedicado a la memoria de Ignacio Uría Mendizábal.)

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4950

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