jueves, diciembre 11, 2008

Villacañas, Apuntaciones en torno al bicentenario de la independencia

jueves 11 de diciembre de 2008
Apuntaciones en torno al bicentenario de la independencia hispanoamericana

Antonio Castro Villacañas

A partir de este 2008, que ya ve finalizados sus días, los distintos países de Hispanoamérica irán conmemorando los bicentenarios de sus respectivas independencias. Me pregunto desde nuestro actual punto de vista: ¿cuál ha sido el resultado de tales conflictos y hazañas? Mi primera respuesta es muy sencilla: la creación de veinte pueblos diferentes y la búsqueda de un único pueblo. De ella deduzco que cuanto se haga en América y en España para la conmemoración de tan señaladas fechas ha de ser llevado a cabo por encima de cualquier mira parcial.

Muy importante es conocer y recordar la historia, pero mucha más importancia tiene que ese recuerdo y ese conocimiento sirvan para mirar adelante. Porque las independencias hispanoamericanas fueron lógica consecuencia de haberse encontrado trescientos años antes diversidad de pueblos y culturas, de haber convivido durante tres siglos en un sistema capaz de continua mejora y perfeccionamiento, y de vivir el tiempo presente sin nunca pretender regresar al pasado y sí siempre alcanzar un mejor futuro.

La independencia de Hispanoamérica tiene unas muy especiales características porque, a diferencia de sucesos semejantes habidos en otras partes del mundo, los territorios españoles no eran colonias sino partes integrantes de virreinatos o capitanías generales, y eso les proporcionaba un estatus social, económico, jurídico y político propio, dentro del conjunto que integraba el Imperio Español y al lado de los diferentes reinos existentes en la península ibérica. Por eso se puede mantener con justicia la idea de que la independencia hispanoamericana no se produjo como consecuencia de la exaltación propia de unos días, sino que fue el lógico resultado de la presencia española durante trescientos años y del subsiguiente fermento cultural, sobre todo del que se produjo a lo largo del siglo XVIII.

Diversos hechos e ideas crearon "el clima" adecuado para que la independencia hispanoamericana se produjera del modo que se hizo. Al pensamiento de la escuela española de juristas se unió el de la Ilustración francesa, recogido en la Enciclopedia, y el ejemplo de la independencia norteamericana. La verdad es que antes de la llegada de los Borbones a España, pero sobre todo después de ella, ya había empezado a producirse, tanto en la Península como en Ultramar, una nueva visión del Estado, de las instituciones jurídicas, de la organización social, etc. La invasión francesa de España, y sobre todo la forma en que se llevó a cabo, primero con el consentimiento e incluso el favor de los Borbones y luego con las interesadas abdicaciones de Carlos IV y Fernando VII, constituyeron el empuje definitivo para que el pueblo español, peninsular o americano, percibieran que se había producido un importante cambio en la íntima y esencial constitución del Reino de España y las Indias. De ahí que en América empezaran a moverse las figuras de su independencia y en España se iniciara el sentimiento republicano.

El proceso tiene su específico comienzo en 1808, pero se desarrolla de modo desigual en España y en América. En México empieza en 1810 y culmina en 1821, cuando se firma la separación de España con el jefe político, que es la nueva denominación del antiguo virrey. En la península se puede pensar que su inicio fue el Dos de Mayo, bien por el rechazo del pueblo al total traslado de la familia real a Bayona o por la proclama del alcalde de Móstoles, pero no resulta fácil puntualizar cuando llega a su fin, pues la historia nos enseña que todo el siglo XIX prácticamente se pasó en confrontaciones dialécticas o bélicas sobre cuál debería ser el modelo de Nación a construir. Somos bastantes quienes pensamos que también el siglo XX transcurrió de igual modo, y que todavía no hemos conseguido fijar cuál es la España que nos conviene...

Pero este es un tema que exije ser tratado con más tiempo y espacio. Dios mediante, volveremos sobre él en cualquier momento.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4953

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