lunes, diciembre 15, 2008

Juan Carlos Girauta, Pánico en la calle Nicaragua

martes 16 de diciembre de 2008
PSC-PSOE
Pánico en la calle Nicaragua
Chacón no dejó de proclamar en campaña su voluntad de llegar fuerte al Congreso "para defender los intereses de Cataluña". Ingenuos hasta decir basta, miles de separatistas dieron su voto a la hoy ministra de Defensa. Ay, que me parto.

Juan Carlos Girauta

Las relaciones PSC-PSOE vienen históricamente marcadas por el farol. Fue discretísima y tácita amenaza durante el felipismo, cierto es, cuando nadie se movía por el terror pánico que provocaba Felí Gonzá. Hasta que se impuso, muy despacito, casi sin que se notara, un enseñar los dientes. Regía aún los destinos del PSC el plácido Obiols, precursor de la política somnolienta que ha hecho célebre a Solbes, y ya se discutía sobre la conveniencia o inconveniencia de que Felí Gonzá participara en los mítines del socialismo catalán. Por supuesto, siempre lo hizo; los reacios al gran jefe debían ser los únicos seres sobre la tierra catalana que no entendían que el cinturón industrial, grandísima bolsa del voto sociata, guarda fidelidad al PSOE, nada más. Para ellos, el PSC era y es una franquicia. Certeza que se vería confirmada en el mismísimo instante en que una federación catalana del PSOE, sin más cuentos, concurriera a unos comicios en liza con el PSC.

Sostener otra cosa exige demasiada fantasía. Requiere, por ejemplo, atribuir al ignoto atractivo político de Carme Chacón el resultado de las últimas generales, donde ella fue cabeza de lista: por encima del 45 % en Cataluña. Chacón, por cierto, no dejó de proclamar en campaña su voluntad de llegar fuerte al Congreso "para defender los intereses de Cataluña". Ingenuos hasta decir basta, miles de separatistas dieron su voto a la hoy ministra de Defensa. Ay, que me parto. Entretanto, el votante de Hospitalet, Gavà o Santa Coloma, leía entre líneas y sabía lo que votaba: Zapatero.

Ese "Zapatero a tus zapatos" de Maragall (je), el perverso líder que incumple con increíble sadismo todos y cada uno de sus compromisos con el partido único catalán (tripartito más CiU), prolongando y prolongando el sufrimiento de una financiación que no llega, que no se aclara, que no se vislumbra. A la desesperada, amaga ahora Iceta con el consabido truco del almendruco:

Si se diese el caso, que no deseamos en absoluto, de que no se llegase a un acuerdo; si se evidenciase que el Gobierno de España no tuviese voluntad de cumplir el Estatut, las relaciones entre el PSC y el PSOE no volverían a ser como antes.
Paralelamente, la plana mayor del PSC garantiza su voto a los Presupuestos del Estado. No se rían así; disimulen un poco.

Juan Carlos Girauta es uno de los autores del blog Heterodoxias.net.

http://www.libertaddigital.com/opinion/juan-carlos-girauta/panico-en-la-calle-nicaragua-46887/

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