jueves 11 de diciembre de 2008
LUIS POUSA
celtas sin filtro
El fin justifica los medios
El presidente de la Xunta explicó ayer ante doscientos empresarios el alcance de los Presupuestos autonómicos para 2009 en un contexto de crisis económica. Un día antes, en Los desayunos de TVE-1, Emilio Pérez Touriño recordó que una vez sean aprobadas las cuentas de la c0munidad autónoma, lo que tendrá lugar la próxima semana, procederá a anunciar la fecha de celebración de las elecciones gallegas. El presidente ha vuelto a dejar caer que éstas serán en marzo y en domingo, pero no concretó el día, aunque dado que la agenda está condicionada por el posible adelanto de los comicios vascos, se barajan como más previsibles el 1 y el 8.
Que sean un día u otro es ya una cuestión menor. Pues aunque es muy cierto que en la política, como en el fútbol, las cosas pueden sufrir un cambio brusco en muy poco tiempo, es prácticamente imposible que en una semana se modifique la situación generada por la crisis económica y, a su vez, los efectos de ésta sobre la conducta electoral de los votantes. Ni siquiera está claro que entre convocarlas para marzo o hacerlas en junio pudieran darse grandes cambios en la marea electoral, pues, aún reconociendo que la correlación entre las elecciones autonómicas y la marcha de la economía es interesante, el nexo causal es débil.
Aunque relacionada con otras actividades y estructuras humanas, la realidad es que la política es autónoma, y la conducta de los políticos y de los electores no siempre viene dada por la utilidad esperada, en términos de la lógica formal de la preferencia. De hecho, bajo este prisma también se pueden cometer muchas tonterías y caer en las contradicciones más chocantes.
Así ocurre, por ejemplo, que un día el PP le exige a los socialistas que rompan la coalición de gobierno que mantienen en Cataluña con ERC, por las declaraciones de Joan Tardá contra la monarquía, y dos días después él mismo apoya en el Senado el veto de los republicanos catalanes a los Presupuestos Generales del Estado. Esa extraña y circunstancial alianza se sustenta en el principio maquiavélico -en realidad filibustero- de que el fin justifica los medios. Bajo semejante estímulo, raro será el comportamiento político de los propios que los populares, o quienes esa misma mecánica política practiquen, no puedan justificar.
Desde la lógica filibustera se puede confundir a la opinión pública acusando al conselleiro de Traballo de viajar a Sudamérica en momentos de crisis, cuando Ricardo Varela lo hizo en calidad de vicesecretario general del PSdeG y con cargo a su partido, o pedir la dimisión de Carmen Gallego como conselleira de Pesca, por el naufragio del pesquero Rosamar, cuando resulta que la gestión de Salvamento Marítimo depende del Ministerio de Fomento.
En estos casos, como ya pasó antes con el despacho y el automóvil del presidente Touriño, el canon hidroeléctrico, la nevera del vicepresidente Quintana, la autovía del Barbanza, la reforma del Medtec y las fundaciones sanitarias, el concurso eólico, la vivienda de protección oficial, la actuación de Sogama o la aplicación del decreto de normalización lingüística, se observa un intento constante de alterar la versión de los hechos con el fin de minar la credibilidad del Gobierno ante los ciudadanos. Y oficialmente la campaña electoral aún no ha empezado.
http://www.elcorreogallego.es/opinion/ecg/fin-justifica-medios/idEdicion-2008-12-11/idNoticia-374460/
miércoles, diciembre 10, 2008
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