martes, diciembre 09, 2008

La radical condescendencia de Zapatero

10-XII-2008
La radical condescendencia de Zapatero
No debe de ser fácil mantener el equilibrio cuando, por un lado, se tiene que detener a quienes, como Txeroki, quisieron asesinar al Rey, mientras, por otro lado, se quiere gobernar con quienes, como Tardá, claman por "la muerte del Borbón".

Si la noticia de que uno de los tres etarras detenidos por la guardia civil en Irún el lunes por la noche, Ibai Egurrola, ocupaba un puesto en las listas de ANV en la localidad vizcaína de Getxo, no supone sino la enésima evidencia del carácter etarra de esta formación abertzale, la acusación de "radicalidad" lanzada por Zapatero contra el PP por solicitar la urgente disolución de los ayuntamientos gobernados por la formación supuestamente ilegalizada, no es sino una muestra más de la ilimitada desfachatez del presidente del Gobierno.

Por lo visto, a Zapatero no le basta el haber sido –y seguir siendo– el máximo responsable político de la persistencia proetarra en las instituciones, como tampoco le basta el extremismo de sus alianzas de Gobierno con quienes no dudan, entre otras muchas cosas, en clamar por "la muerte del Borbón". Es necesario, además, acusar al PP de una "radicalidad" que sólo el Ejecutivo y sus aliados secesionistas protagonizan.

Esa desfachatez es la misma que ha dejado en evidencia el grupo socialista en la Junta de Portavoces, al negarse a incluir en el orden del día del Pleno del próximo martes el debate entorno a la proposición no de ley presentada por el PP para la disolución de esos ayuntamientos gobernados por el brazo "político" de ETA.

Es cierto que si el PP no hubiera perdido un tiempo precioso en mostrar su "apoyo y total sintonía" con el Gobierno en política antiterrorista, la desfachatez de los socialistas no tendrían ni siquiera esa excusa formal para su inmoral negativa.

Afortunadamente, sin embargo, la diputada Rosa Díez –que sí exigió desde el primer momento a Zapatero la disolución de los Ayuntamientos de ANV y a la que le corresponde por derecho propio liderar esta iniciativa–, sí podrá presentar el próximo martes una moción en el mismo sentido, lo que permitirá al PP defender conjuntamente con UPyD la aplicación de la Ley de Bases de Régimen Local para disolver los 42 consistorios que dirige la franquicia electoral de ETA.

Por pocas que sean las prisas de Zapatero por desalojar de manera efectiva a los proetarras de las instituciones, y por mucho que esto indigne a sus aliados separatistas y haga peligrar su apoyo para sacar adelante en el Congreso los Presupuestos Generales del Estado que acaban de ser rechazados en el Senado, la persistencia de los proetarras en las instituciones –perdonen la obviedad– es algo que no se puede tolerar.

Ya no se trata tan sólo de la financiación ecónomica, como bien nos recordaba hace no mucho nuestros colaboradores del GEES: a través de ANV, a ETA se le brinda una enorme capacidad de comunicación y un importante caudal de información. A través de censos, impuestos y bases de datos, estos consistorios son una fuente incesante de datos para la banda, tanto sobre los ciudadanos como sobre las fuerzas de seguridad. Así tiene acceso a información sobre impuestos de sociedades hasta matriculas de coches y residencias de vecinos. Al mismo tiempo, ETA mantiene con ANV un altavoz y un instrumento para el proselitismo. Sus concejales utilizan las instituciones para hacer apología del terrorismo, desestabilizar los plenos y atacar a las víctimas, a las Fuerzas de Seguridad del Estado, a los concejales o a cualquiera que le lleve la contraria.

Sin embargo, Zapatero lo que no quiere poner en peligro son sus alianzas de Gobierno. Y, ciertamente, no debe de ser fácil mantener el equilibrio cuando, por un lado, se tiene que detener a quienes, como Txeroki, quisieron asesinar al Rey, mientras por otro lado se quiere gobernar con quienes, como Tardá, claman por "la muerte del Borbón".
http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/la-radical-condescendencia-de-zapatero-46794/

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