Ir por lana
ANTONIO GARCÍA BARBEITO
Martes, 16-12-08
Arrastrado, más que por propia voluntad, fui a un bingo hace muchos años, con una pareja de amigos. Él también iba arrastrado, por su novia. Dejé claro que sólo estaba dispuesto a jugar dos mil pesetas. Ella se plantó a la mesa y pidió dos cartones. Perdió las primeras cuatrocientas rubias. Yo perdí doscientas. Ella pidió más cartones. Al poco del segundo sorteo cantó línea. Repusimos lo perdido -íbamos en sociedad- y aún nos sobraban dos mil pesetas. Propuse que nos levantáramos y nos fuéramos a gastar lo ganado. Ella insistía en seguir. Pidió más cartones. Canté bingo. Cobramos 17.000 pesetas. Dividí entre tres. Ella quería más bingos. Les dije que los esperaba en el bar de al lado y me largué con mis mil duros limpios. A la hora y pico, cuando ya me iba, llegaron los dos. Me pidieron que los invitara a tomar algo: habían gastado todo lo que jugaron y todo lo que habían ganado. Ella dijo que volvería al día siguiente. No sé lo que hicieron, pero yo no volví más.
Cuando el afán de ganar más y más dinero nos desborda, enloquecemos, nos cegamos, no vemos más que posibilidad de más dinero. He conocido a quienes apostaron en una inversión todo su capital, porque con unos millones lograron rentas magníficas, y al final lo perdieron todo. Sé de quien había invertido cien millones de pesetas en sellos..., y ahora no tiene ni para escribir una carta. La fiebre del ladrillo llevó a muchas personas a entramparse hasta más arriba de los ojos, porque a una inversioncita le sacaron buena renta, y cuando lo tenían todo hecho ladrillo, el ladrillo se deshizo y se deshizo todo su capital.
Nos hemos extralimitado, vamos a meternos todos, y ahora pagamos las consecuencias. Junto a los que se han salvado, hay cientos, miles de víctimas de su propia avaricia. Hemos ido con ahorros a inversiones que nos daban el 40 por ciento, y, cegados por esa lana, pedíamos dinero prestado al cuatro por ciento para invertirlo al treinta. Y ahora tenemos un paisaje de trasquilados. Eso mismo, en grande, es lo que ha ocurrido con Madoff. Una estafa, sí, pero quienes fueron a ella fueron pensando en traerse toda la lana...
barbeito@abc.es
http://www.abc.es/20081216/opinion-firmas/lana-20081216.html
martes, diciembre 16, 2008
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1 comentario:
IR por la lana , nunca mejor dicho, el negocio de las fundadiones ,de mujeres maltratadas apoyo?o megocio
la señora ministra , tendria que revisar , donde da el dnera y las subvenciones que no se entera de nada e gustaria hablar de eso ya que conozco el tea afondo.pero...
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