domingo, enero 14, 2007

Manuel Alcantara, Se busca piso

lunes 15 de enero de 2007
Se busca piso
MANUEL ALCÁNTARA

Aunque se tengan los pies en el suelo, incluso cuando se den malos pasos, es imprescindible dormir bajo techado. Eso de tener 'una vivienda digna' es un derecho constitucional al que se ven obligados a renunciar gran número de españoles. Nuestra Carta Magna no toma carta en el asunto: se limita a proclamarlo. Una cosa es reconocerlo y otra que los que no tienen piso puedan reconocer a sus vecinos, ya sean los de la izquierda o los de la derecha. Además, no se especifica suficientemente el concepto de dignidad. ¿Una vivienda digna de quién? No puede ser idéntica, ni en metros cuadrados, ni en mobiliario redondo, la casa de un líder del PSOE o del PP que la de los ilusionados votantes que lo han elegido. Tampoco puede ser equiparable la que habitan los enérgicos mandamases de IU con la que les sirve de «residencia en la tierra» a sus fervientes seguidores. Sin embargo todos los líderes tienen algo en común: prometieron acabar con el terrible problema y, en cierta medida, lo han solucionado, ya que ellos no lo padecen.Ahora el conflicto se está haciendo extensivo. Los movimientos radicales en favor de la vivienda estallan en Barcelona y ha habido cargas y heridos tras una protesta de 'okupas'. La amarga situación empezó en la dulce Francia. Parece que esta vez estamos decididos a plagiar la revolución francesa. De ahí han llegado los que se denominan Hijos de don Quijote, aunque las autoridades les atribuyen otras paternidades. Hacen acampadas y provocan disturbios. ¿Quién puede asombrarse de que se agrupen en la calle los que no pueden reunirse en su cuarto de estar? Los movimientos denominados antisistema nacen cuando el sistema los desampara. Los techos de uralita, que rizan el rizo de la miseria, cobijan, pero suenan mucho cuando llueve. En ese tipo de pisos cabe la tele pero no cabe el sofá para ver la tele. Permanezcamos atentos a la pantalla.

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