sábado, enero 06, 2007

Ladron de Guevara, Clamor en el desierto

sabado 6 de enero de 2007
Clamor en el desierto
Ernesto Ladrón de Guevara
S E están sucediendo multitud de expresiones de hartazgo por la situación a la que nos está llevando un Presidente incompetente, irresponsable, frívolo, ausente en las situaciones duras, por accidente (no por los sucesos terroristas que califica como hechos casuales insultando nuestras inteligencias, sino por la coyuntura nada clara por la que accedió al Gobierno), incompetente, etc. Yo me sumo a la petición de que dimita. El estado en el que nos está dejando a los españoles en todos los órdenes es de perplejidad, descomposición de los referentes de nuestra convivencia civilizada y de vergüenza. No podemos permitir que España se vaya al garete en todas las vertientes, también en la económica pues se va a ver afectada indefectiblemente por el caos en el que nos está sumiendo Zapatero. Sí, la situación ya se está haciendo insostenible. No hay cuestión de este atribulado paso del Sr Zapatero por el Gobierno que induzca al optimismo. Nunca ha habido una decadencia tan global y tan profunda en tan poco tiempo de la política española. Peor es imposible. Sin duda, el atentado de Barajas era algo que entraba entre las hipótesis esperables, dado el fortalecimiento de posiciones de ETA, gracias a este Gobierno indigno. Pero, sin duda, es el desencadenante, o si se prefiere la gota que desborda el vaso, de la desesperación de millones de españoles que ven cómo su Presidente no sólo no ha conseguido acabar con ETA sino que le ha dado alas y una legitimación inconcebible para cualquier persona que tenga algo de lógica y bonhomía. Y, al tiempo, los españoles observamos cómo las víctimas han sido menoscabadas, denigradas y olvidadas por un Gobierno injusto e inmoral. Pero también, este Gobierno ha conseguido romper la estructura territorial de España, vaciar de contenido la Constitución y poner en situación de desamparo en la protección de sus derechos a miles de españoles. Ha logrado dividirnos en las dos Españas que nos llevaron a las tristes circunstancias que ahora estos señores que respaldan a Zapatero nos quieren recordar en eso que desacertada e impropiamente se llama “memoria histórica”. Zapatero nos ha hecho perder una legislatura para el desarrollo y progreso de España como Estado moderno, poniéndonos al pie de los caballos y proyectando al resto del mundo civilizado una imagen propia de gobiernos bananeros. Zapatero ha degradado nuestra democracia eliminando, de paso, las fuentes antropológicas y culturales que determinan, por el peso de la historia, nuestra civilización occidental en la que la hispanidad ha tenido a lo largo de los siglos parte esencial. Zapatero es un presidente con minúsculas, que desaparece cuando los ciudadanos requieren su presencia en los momentos más dramáticos, como en este hecho luctuoso que era previsible, pues ETA vuelve con fuerza por causa de la inconsistente y superflua acción de gobierno de este Ejecutivo por “accidente” del 11 M. Zapatero prefiere disfrutar, como un infante irresponsable, de los oropeles del poder que ponerse a disposición de los ciudadanos. Y por eso no ha abandonado sus vacaciones siguiendo en Doñana, desaparecido tras el atentado de ETA, sin dar la cara. Zapatero es un impresentable. Soy un hombre que busca la libertad a pesar del empeño de algunos de ponen trabas al libre albedrío de los ciudadanos. Nunca he hecho este tipo de descalificaciones a gobernantes, incluso cuando Franco nos tiranizaba. A la Dictadura la combatí, no la denigré, pues ella misma se descalificaba por sí sola. Pero, en un supuesto Estado democrático como el que estamos, la existencia de un Gobierno así no es asumible, pues desfigura al propio sistema haciéndolo irreconocible por adulteración de los valores y principios que justifican una democracia liberal que pueda considerarse civilizada. Por eso pienso que la situación es insostenible. Tenemos la obligación cívica de conseguir que Zapatero dimita.

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