jueves, enero 25, 2007

Juan Orellana, Ya huele a Oscar

jueves 25 de enero de 2007
NOMINADAS A MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA
Ya huele a Oscar
Por Juan Orellana
La Academia de Hollywood ha decidido este año cambiar su normativa en lo que a la mejor película de habla no inglesa se refiere. En España solemos referirnos a esta categoría como “Mejor película extranjera”, pero no es una denominación exacta, ya que películas como Apocalypto, de Mel Gibson o Cartas desde Iwo Jima de Clint Eastwood, completamente americanas, al estar rodadas en otros idiomas (yucateca y japonés) también podrían competir en esta categoría.
La novedad radica en que este año la Academia preselecciona diez películas, de diez países diferentes, sobre las que han votado los académicos para elegir las nominadas. Pues bien, este año son After the wedding, Days of glory, Las vidas de los otros, El laberinto del fauno y Agua.
Agua es un film de la directora india Deepa Mehta, afincada en Estados Unidos desde principios de los noventa. Esta es su tercera entrega de la trilogía después de Fuego y Tierra. La película –de capital canadiense–, que ha padecido todo tipo de presiones, amenazas y obstáculos durante su rodaje, es una denuncia de las tradiciones machistas de la India más tradicional. Chuyia es una niña de 8 años obligada a casarse con un moribundo que fallece esa misma noche. Según las creencias hindúes, cuando una mujer enviuda debe ingresar en un ashram, donde, con la cabeza afeitada, deberá vivir pura hasta el día de su muerte. Allí, la niña conoce a Kalyani, una viuda joven y bella, con la que compartirá su existencia hasta que Narayan, un joven idealista seguidor de Gandhi, revolucione sus vidas.
La película es preciosista en su estética, especialmente en su fotografía y banda sonora, pero está gravemente lastrada por un guión donde son muy explicitas las intenciones didactistas e incluso ideológicas de la directora. A todas las situaciones y personajes se les nota su diseño, y no queda espacio para la ambigüedad o la libre interpretación del espectador. Así, viajan en el mismo saco una justa crítica al machismo irredento de la tradición hindú, junto a una crítica racionalista a la fe, a la religión, e incluso a la idea de Dios. Tampoco faltan matices marxistas al afirmar que la religión esconde una cuestión económica, o al plantear la cuestión de la mujer como una lucha de clases.
Agua tiene un formato absolutamente occidental, no en balde la directora debutó con George Lucas dirigiendo un episodio de la serie televisiva Las aventuras del joven Indiana Jones. Es muy poco creíble, por ejemplo, que la protagonista que va a encarnar las ansias de libertad sea una hermosísima joven que vive rodeada de harpías grotescas o mujeres ancianas. El desenlace trágico de algunas tramas está estudiado con escuadra y cartabón, y toda su fuerza visual se diluye en el esquematismo excesivo del film. Una ocasión desaprovechada.
También está seleccionada Las vidas de los otros, de Henckel von Donnersmarck, que representa a Alemania. Si El hundimiento es una película alemana imprescindible para entender uno de los capítulos más negros del siglo XX europeo, el nacionalsocialismo, Las vidas de los otros ilustra con igual claridad lo que fue la otra cara de la moneda, el socialismo real. Ambientada en los últimos años de la República Democrática Alemana, el film nos cuenta la historia del capitán Gerd Wiesler, un oficial concienzudo de la Stasi, la todopoderosa policía secreta del régimen comunista. Cuando en 1984 le encomiendan que espíe a la pareja formada por el prestigioso dramaturgo Georg Dreyman y su novia, la popular actriz Christa-Maria Sieland, no sabe hasta qué punto esa misión va a cambiar su propia vida y su forma de pensar.
Lo más impactante de esta extensa cinta es la disección sutil e inteligente que hace de los usos y costumbres del socialismo real, de su profunda corrupción consustancial y del escaso valor de la persona en ese contexto ideológico. Por ejemplo, constatamos cómo el miedo y la sospecha son la forma permanente de relación con la realidad, y dicho miedo tiene la capacidad de corromper a las personas, de usar su debilidad o cobardía contra ellas mismas y contra las personas a las que aman. Pero la película tiene una propuesta positiva y esperanzadora, no así El Hundimiento. El director declara: "Por encima de todo, La vida de los otros es una película sobre la capacidad de los seres humanos para hacer lo correcto, sin que importe lo lejos que se hayan adentrado por el sendero equivocado".
Days of Glory de Rachid Bouchareb, que representa a Algeria, y que en Francia se estrenó con el título de Indígenas, es otra de las favoritas de la Academia. Cuenta cómo en la Segunda Gran Guerra, los franceses utilizaban las tropas musulmanas coloniales para hacer los trabajos más peligrosos y las misiones más suicidas. Para ello las impregnan de discurso nacionalista y patriotero, pero los soldados son conscientes de su condición de tercera categoría. "Peores son los nazis", es el único consuelo que les cabe. El valor de este film reside en poner sobre la mesa un episodio poco tratado en la historia del cine, volcada en Vietnam y cosas por el estilo. El propio Jacques Chirac, tras asistir a una proyección privada del film, se quedó conmovido e impulsó la subida de las pensiones de los veteranos de guerra magrebíes.A El laberinto del Fauno ya le dedicamos en esta página ácidos comentarios cuando se estrenó. No vamos a repetirlos.

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