martes, enero 23, 2007

Ibarretxe en La Moncloa, distension entre banderas y cobro de factura

Ibarretxe en La Moncloa: distensión entre banderas y cobro de facturas
Miguel Ángel Orellana

Colaboración institucional para una voladura controlada de las instituciones. Sin rodeos, eso es lo que el lendakari le pidió al presidente del Gobierno en su entrevista la semana pasada.

23 de enero de 2007. La sombra del separatismo, diría Aznar, planeó la semana pasada sobre la capital del Reino. Foto sorpresa en el Palacio de La Moncloa: el Presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el lendakari Juan José Ibarretxe, flanqueados por la ikurriña y la bandera nacional. ¿Normalidad? Eso vendieron el Gobierno central y Ajuria Enea. Aunque la gente de la calle, que tiene mucho sentido común, sabe que quien se acoge al secreto es porque tiene algo que ocultar. Conocemos bien la trastienda del Partido Nacionalista Vasco, de lanza del asedio nacionalista al Estado.Zapatero dio una inyección de moral a Ibarretxe. ¿Qué hará el lendakari? Administrar su victoria, mostrando primero su cara más amable. Dialoguemos. Entendámonos. Hablemos… Que el Gobierno de la nación le ayude a cargarse las instituciones del Estado en un determinado territorio, que el presidente le eche una mano, que José Luis Rodríguez Zapatero siga afrontando el "problema vasco" y apadrine en la mesa de partidos a tres bandas (PNV-PSE-Batasuna), un plan de amistosa ruptura con España. Ya se sabe, el palo y tente tieso no es de recibo, ni siquiera contra los enemigos de la unidad del Estado, ergo la forma de aliviar el drama no puede hacerse sino desde los paños calientes. De viva voz y por enésima vez se lo hizo saber el lendakari Juan José Ibarretxe en su discreta cita en el Palacio de La Moncloa. Y Zapatero, siempre tentado de pactar por debajo de la mesa, buscará las fórmulas de quedar bien con Ibarretxe, por su necesaria entente con el PNV.Prioridad de Zapatero… "Bajo ningún concepto dejaremos que la situación creada tras el bombazo de ETA en Barajas rompa la alianza con el Partido Nacionalista Vasco. La buena sintonía con el PNV es pieza clave de la legislatura", remachan con insistencia a Elsemanaldigital.com en el Palacio de La Moncloa. "El presidente no hace ni dice las cosas porque sí, sino que cada uno de sus movimientos políticos está estudiado y los hace en el momento que considera preciso", inciden esas mismas fuentes. Otra cosa es que se equivoque. Pero en los círculos cercanos a Zapatero apuestan por "el nacimiento de un nuevo marco de relaciones entre todos y que debemos aprobar todos". Unas palabras abstractas que sólo pueden ser valoradas con inquietud.No en vano, el PNV maneja con habilidad el discurso "victimista", la oferta "amable" de convivencia, el ofrecimiento reiterado de "mano tendida" y el mensaje de que, ocurra lo que ocurra, será inevitable el traslado de los presos etarras a las cárceles vascas, el punto y final a los "juicios políticos", la derogación de la Ley de Partidos, y, cómo no, "el derecho del pueblo vasco a decidir su futuro", al que siempre se refiere con el término de "consulta popular". El partido fundado por Sabino Arana jamás va a abogar por la derrota de ETA sino por la negociación con ETA, porque siempre aspirará a obtener un paso más, o dos, o tres, en el recorrido hacia su objetivo final: la independencia.El PNV jamás renunciará a ese objetivo. A lo sumo, racionará los pasos para alcanzarlo. El presidente del Gobierno podrá imaginarse todos los falsos paraísos que quiera, pero el Partido Nacionalista Vasco es un recolector de nueces, ya sea con el bronco Xabier Arzalluz o con el caballeroso Josu Jon Imaz al frente. Sin embargo, Zapatero busca seguir con su "proceso", única piedra angular de la legislatura, y para ello se acelerarán de nuevo los plazos para sacarlo adelante lo antes posible.…la sublimación del fin de las instituciones…La canalización del debate pasa ahora por la creación de la mesa de partidos. Gran parte del trabajo ya lo tenían hecho antes del bombazo de ETA. De hecho, PSE, PNV y ETA-Batasuna habían acordado que la constitución de la mesa de partidos se pospondría hasta después de los comicios municipales y forales de la próxima primavera, para que ningún grupo pudiera hacer electoralismo con ella. También compartían la idea de que el texto resultante de las negociaciones no se hiciera público. Las tres formaciones tenían ya pactado un documento con la metodología del foro así como referencias a los contenidos que se abordarían en él, eso sí, con un lenguaje ambiguo para salvar los temas más espinosos. Fue precisamente la falta de concreción la que hizo que la banda asesina vetara dicho documento. Socialistas vascos, peneuvistas y proetarras no tardarán en recuperar la nueva tanda de reuniones conjuntas. Las tres formaciones han mantenido de hecho contactos a dos bandas después del 30-D.…y la estrategia de acomodaciónMala pinta tiene esto. Si en La Moncloa se trafica con los principios al servicio de una estrategia de "acomodación", el resultado final puede ser suicida. La misma palabra que utiliza un ministro del actual Gobierno cuando se refiere –siempre en privado- a lo que pergeña Zapatero: "Elegir como socio en materia tan sensible como la antiterrorista al PNV puede ser un suicidio para el PSOE". Es el pensamiento expresado a este periódico por el titular de una cartera del Gabinete, pero no lo es en la mente de Zapatero. Como éste le debe un favor, el nacionalismo vasco se limita a pasarle factura por el apoyo. Por lo tanto, y de entrada, luz verde a la fusión de las tres cajas de ahorro vascas; a que la denominada Y vasca (conexión del AVE con Vitoria, Bilbao y San Sebastián) sea gestionada por el Gobierno vasco y su coste se descuente de futuras liquidaciones del cupo; o a la prórroga automática del cupo en fecha reciente. Aumentan las posibilidades de que prosperen otras clásicas reclamaciones del lendakari Juan José Ibarretxe: Instituciones Penitenciarias y Seguridad Social, como dos nuevos ámbitos de gestión segregables a favor de su Gobierno. Doble contra sencillo a que Zapatero acabará tragando.El presidente del Gobierno persigue tres objetivos en lo inmediato: retomar el "proceso", asegurarse una mayoría parlamentaria suficiente para agotar la legislatura y mantener al Partido Popular a la suficiente distancia como para hacer caso omiso a sus iniciativas. "Si logramos gestionar bien las próximas semanas la sensación de zozobra pasará", explican esperanzados varios dirigentes del PSOE. "Hay que ir tranquilos. El PP se está pasando y puede írsele de la mano esta dinámica de atacar sin cuartel al presidente del Gobierno", insisten. Esa es la baza en la que, quizá, más confían hoy los socialistas. "Se ha logrado nuclear a todos los partidos en torno a José Luis Rodríguez Zapatero y es el PP el que se ha quedado solo". El año que falta para ir a votar se anuncia agotador.

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