domingo, enero 14, 2007

Firmeza frente a rendicion

15-I-2007
Firmeza frente a rendición
EDITORIAL

Las últimas encuestas muestran que la abrumadora mayoría de ellos quiere que los dos partidos mayoritarios se vuelvan a entender, pero en la posición que ahora mantiene el PP en solitario.

La manifestación convocada este sábado no ha sido lo que se dice un éxito. La gente de la calle, la que no vive por y para las cuestiones políticas pero que se ha sumado sin reservas a las multitudinarias manifestaciones en defensa de las víctimas del terrorismo, representadas por la AVT, sencillamente ha preferido quedarse en casa en esta ocasión. Pero el PSOE y el Gobierno, y con ellos los medios oficiales (con una campaña política de RNE) y acólitos, han puesto todo su empeño y todos los medios para que se llene el corto recorrido de la manifestación-trampa. El resultado no podía ser otro: han acudido los más ideologizados y comprometidos con el zapaterismo. Sólo tenemos que comprobar que no vimos una sola bandera de España, pero sí, por ejemplo, la de Cuba, el modelo de la ETA para el País Vasco.
El objetivo de la concentración-trampa era simular un apoyo popular a la rendición pactada con la ETA, y aislar al Partido Popular por su firmeza en contra de esa estrategia. Han ido cambiando el lema de la manifestación para forzarle a acudir en apoyo de Zapatero y recibir los silbidos, cargados de odio infinito, de los asistentes, o a intentar presentarles como unos intransigentes. En esta ocasión no cabe más que el elogio a la posición del PP y de su líder, Mariano Rajoy. Ante la entrega de la democracia española a la ETA, aunque sea parcial, no cabe transigir.
Mientras, Zapatero, que jamás ha dicho que el Gobierno renuncia a volver a sentarse a negociar con los asesinos, deja caer en el diario oficioso que volverá a hacerlo. Habla del atentado del 30-D con el mismo desprecio con que ha tratado todos los atentados anteriores a la negociación, y ahora confiesa en El País que él actuará desde la perspectiva de que "hoy hay que hablar del mañana". Como si ETA no hubiera matado otra vez, haciendo saltar por los aires el parking de Barajas. Al renovado chantaje de la banda asesina lo llama "la situación creada por ETA". Y frente a ello propone responder "desde el Estado de Derecho", léase contra el Estado de Derecho, como está demostrando con Cándido Conde Pumpido. Y sobre todo anuncia que va a responder "desde la política", esto es, desde la negociación. Dice que "ETA sólo tiene un destino: el fin". Pero no adelanta qué fin será ese, ni qué piensa sacrificar en el camino.
Este lunes comparecerá en el Parlamento, a regañadientes. Cabe pensar que centrará su intervención en el sentido de la manifestación: lanzar invectivas sin fin contra el Partido Popular. No estará sólo, qué duda cabe. Pero las últimas encuestas muestran que la mayoría de los españoles no aprueba seguir negociando con la banda criminal, y la abrumadora mayoría de ellos quiere que los dos partidos mayoritarios se vuelvan a entender, pero en la posición que ahora mantiene el PP en solitario. Mariano Rajoy tiene una nueva oportunidad para recordar a los españoles que lo que necesitamos frente a la banda terrorista es la decisión inequívoca y resuelta de acabar con ella. Finarla, haciéndole saber que jamás se le concederá un ápice de sus pretensiones. Derrotarla policial, política e ideológicamente. Es eso lo que desean escuchar los españoles, hartos de la posición equívoca que mantiene Zapatero hacia ella.

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