jueves, enero 11, 2007

Carmelo Lopez-Arias, La opcion mas inteligente de Bush, en Bagdad y en Washington

La opción más inteligente de Bush, en Bagdad y en Washington
Carmelo López-Arias

12 de enero de 2007. A las pocas horas de perder las dos cámaras del Congreso, George W. Bush convocó a Nancy Pelosi, representante de la nueva mayoría demócrata, ofreció la cabeza de Donald Rumsfeld, y se mostró abierto a "nuevas ideas" sobre Irak. Se hizo el silencio sobre Washington, con la única excepción del Plan Baker-Hamilton, una inconcebible propuesta para involucrar a Siria e Irán: absurda en sí, y absurdo si pensaron que sería tomada en consideración.El silencio es lógico, porque no hay más salida que la anunciada: reforzar las fuerzas sobre el terreno e implicar al gobierno iraquí, concorde en que lleguen más tropas. Así lo ha visto el senador Joe Lieberman, contrincante de Bush con Al Gore en 2000: "Aplaudo al presidente por rechazar el fatalismo de la derrota y emprender un nuevo camino para triunfar en Irak"."Al menos Bush quiere ganar", sintetiza Jonah Goldberg, comentarista de Los Angeles Times: "Los americanos se debaten entre dos posturas irreconciliables sobre la guerra de Irak. Unos quieren que la guerra sea un éxito –definido de diversas formas- y otros quieren que la guerra se acabe".Una guerra –no se olvide- contra el terrorismo. El editorial de El País del pasado viernes reconocía que el 90% de los atentados suicidas los cometen no iraquíes. Terroristas islámicos son reclutados en todo el mundo porque saben que su gran victoria es que Estados Unidos se vaya de Irak, pues tendrían a tiro Afganistán sin más que "concentrarse" sobre los soldados europeos, cuyos gobiernos están deseando largarse. Retrocederíamos así al 11-S, con los yihadistas en la calle disparando al aire en señal de triunfo.¿Es solución el incremento de la fuerza militar? Imposible saberlo, pero obligado intentarlo.Bush, que ganó con autoridad la guerra contra Sadam Husein y cometió errores en la postguerra, reconocidos en su mensaje televisado, ha retomado la iniciativa con una jugada muy inteligente en el orden interno. Cualquier plan de repliegue habría consolidado la posición de los derrotistas, teniendo que jugar en su terreno. Ahora la pelota está en el lado demócrata. Si rechazan el plan tendrán que presentar el suyo, y no lo tienen. Y eso es un hándicap grande a un año vista de los caucus de Iowa. Que no haya nadie en el Partido Demócrata capaz de formular una alternativa constituye un déficit de liderazgo ante el mayor problema que padece el país, baldón que puede pasar factura en noviembre de 2008.Por cierto que los partidarios de que Condoleezza Rice sea entonces la candidata republicana están brindando tras el nombramiento de todo un John Negroponte como su segundo en la Secretaría de Estado. Lo entienden como un primer paso para que, a medio plazo, Condi dimita y prepare su carrera a la Casa Blanca.Y tiene opciones: no sería fácil, según los analistas, ganar la nominación, pero sí entrar en el ticket como vicepresidenta a poco apoyo que suscite. Porque méritos los tiene acreditados.

No hay comentarios: