domingo, enero 14, 2007

Agapito Maestre, Clarificacion y preguntas

lunes 15 de enero de 2007
Zapatero
Clarificación y preguntas
Agapito Maestre

Otro asunto relevante ha enseñado el evento del sábado, a saber, ha desaparecido definitivamente la imagen de bonhomía, buena educación y todo ese rollo sobre que Zapatero es un "caballero" de la política. Fin del cuento.

La confrontación en política es buenísima. No hay mejor forma de clarificación que la exposición fría de posiciones antitéticas. Por un lado, el Gobierno quiere seguir negociando con los criminales de ETA, a pesar del atentado de Barajas; por otro lado, el PP y las asociaciones de víctimas del terrorismo quieren vencer a ETA con el Estado de Derecho y la Constitución. Punto. Esto lo ha dejado claro la manifestación convocada el sábado por los "sindicatos de clase", naturalmente, organizada por encargo del presidente del Gobierno. Éste ha utilizado la manifestación para conseguir un poco de legitimidad, o sea, para volver a vendernos el "proceso de paz", que es una estrategia de los terroristas de ETA, por un proceso honesto y moral. No creo que lo haya conseguido.
Otro asunto relevante ha enseñado el evento del sábado, a saber, ha desaparecido definitivamente la imagen de bonhomía, buena educación y todo ese rollo sobre que Zapatero es un "caballero" de la política. Fin del cuento. Estamos ante un tipo sin escrúpulos morales y políticos, porque quiere, después del atentado de Barajas, seguir negociando con el terror. Por eso mismo, los analistas que consideraban a Zapatero un señor con una ideología naif y buenista, un tanto vacía y ridícula, propia de un tipo simple y sin proyecto, deberían cambiar de esquema para analizar el derrumbe moral y político de España. Los salvajes lemas de la manifestación, la agitación y propaganda llevada a cabo en los medios de comunicación del Estado, el histrionismo de sus propagandistas estigmatizando a los ausentes, en fin, su "totalitaria" ocupación simbólica del espacio público ha puesto en evidencia que el "buenismo" de Zapatero es sólo la espuma que emerge de un precipitado cruel y sanguinario, que tiene por objetivo satisfacer los deseos independentistas de Cataluña y el País Vasco, que absorbería Navarra, por un lado, y gobernar en el resto de España sacando del tablero político al PP.
Eso es todo. Está escrito hace mucho tiempo. Y, nadie se engañe, Zapatero lo lleva a rajatabla. Está, desgraciadamente, consiguiéndolo, porque es un tipo frío, calculador y con un proyecto político claro y distinto para hacer desaparecer la nación española. Nos disgusta a millones de españoles, pero no podemos engañarnos sobre su programa desvertebrador. Está ganando. ¿Costes para él? Hasta ahora son mínimos. ETA, sin embargo, se lo ha puesto muy difícil con la bomba de Barajas. Los manifestantes del sábado lo saben. Zapatero está arrinconado por ETA. Está en sus manos. No puede retirarse de la negociación porque, entonces, ETA sacaría las actas de lo pactado. Todos nos enteraríamos de lo negociado. Pero hay todavía algo peor para Zapatero: tiene que negociar con criminales, que nadie puede prever cómo reaccionarán en la próxima negociación. Prueba: Barajas. El Gobierno quizá creía que el aviso fuera un petardo en un polígono industrial alejado de la vida ciudadana... Eso sí hubiera sido un accidente, pero, ay, la zona cero de Barajas es demasiado grande y la sangre derramada de dos hombres es demasiado importante para no dejarle dormir tranquilo. En Paz.
Por desgracia, la paz en que está envuelto Zapatero y sus manifestantes del sábado no es la paz condicionada por la Constitución, sino la que le ha impuesto la lógica reivindicativa del terror. Los motivos del crimen terrorista han sido y, sospecho que después de Barajas, seguirán siendo las condiciones de la negociación de ETA y el Gobierno. Éste no quiso creérselo del todo. Dudó, pero para traerlo a la realidad ETA cometió el cruel atentado de Barajas. Dos personas sacrificadas. Pudieron ser cientos. Y el Gobierno sigue sin salir de su cápsula. ¿Cuántos muertos necesita Zapatero para romper definitivamente con ETA? ¿Cuántas víctimas inocentes necesita Zapatero para despedirse de esa cruel y "tolerante" doctrina universal de que todo vale, incluida la "lógica terrorista", para alcanzar la paz? ¿Cuánto sufrimiento hay que poner sobre la mesa para que Zapatero rechace el dictado etarra: paz por territorios?
"Paz por territorios" sigue siendo, reitero, la coincidencia entre Zapatero y los terroristas. Es el estro, o peor, el "daimón" trágico que eleva al criminal a hombre político. Es el mundo al revés. Los responsables de este invento, de esta fatal inversión, son el Gobierno, los sindicatos, cientos de periodistas y miles de profesorcitos alabando a la famosa palomita... Gritemos con Unamuno: "Antes la verdad que la paz".

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