Yolanda Salanova, Que se callen

jueves 4 de diciembre de 2008
Que se callen

Yolanda Salanova

H A muerto asesinado por la mafia narcoterrorista ETA otro ciudadano español, Ignacio Uría, empresario de Azpeitia (Guipúzcoa), donde gobierna en mayoría la ilegalizada ANV, apoyada por los votos de EA y EB/IU.

Nada se puede decir con palabras si no están seguidas de hechos. Estamos hartos de palabras huecas, repetidas hasta la saciedad, tanto, que suenan a sarcasmo. No queremos oír las consabidas frases lapidarias de mandatarios, representantes de partidos, agentes sociales e incluso de quienes apuntalan (ellos dicen que “sin querer”, de otra forma, claro está) a la mafia asesina.
No queremos ni siquiera intuir que la propuesta del delincuente Otegui para abrir una nueva “negociación” con el gobierno se contempla, queremos hechos, justicia sin tregua. Queremos que los Cuerpos Y Fuerzas De Seguridad del Estado estén apoyadas por el poder político y judicial, por los agentes sociales, por la ciudadanía.

Es mejor que se callen los políticos que dicen que la mafia asesina será vencida, que no ganará a la Democracia, que está cada vez más débil y demás declaraciones idénticas a las que siguieron a anteriores atentados criminales. Que se callen los gerifaltes naZionalistas, con idénticos fines que los mafiosos asesinos, porque ofenden al recién asesinado, a sus allegados y a las demás víctimas; y también a nosotros, los semiciudadanos que sufrimos a diario sus brindis farisaicos al sol. Es mejor, porque lo único que consiguen es indignarnos, sentir que nos vuelven a tomar el pelo y nos toman por imbéciles.

Está claro que todos los ciudadanos de bien manifestamos una enorme repulsa por los crímenes etarras y la complicidad sin la cual hace tiempo habría dado con los huesos en la cárcel de tanto pistolero a sueldo, tanto aliado con narcoterroristas, blanqueo de dinero incluido y tráfico de armas a través de España hacia Europa y nos gustaría saber quiénes se benefician con manos enguantadas de blanco del crimen organizado con falsa coartada política.

Urgen medidas efectivas que coloquen a asesinos y cómplices en su debido lugar: la cárcel, previo juicio.
Pongan a trabajar a las diferentes policías, plantéense si la autonomía de la CAV está siendo un bien para la Democracia o más bien viceversa y actúen en consecuencia. Dejen de hablar, de acercarse los micrófonos a la boca y actúen con los instrumentos del Estado de Derecho y conforme a la Ley.

Son demasiados muertos, demasiadas víctimas so pretextos-tapaderas a lo largo de la llamada democracia (más bien partitocracia); y aunque hubiera sido uno, sólo un asesinado, hay motivo más que suficiente para erradicar la lacra que el gobierno y otros ¿subgobiernos? autonómicos pretenden ignorar mientras hay un período de calma, es decir, sin muertos. Da lo mismo que estemos amordazados, segregados, exiliados… eso lo ven “normal” los normalizadotes oficiales de lenguas e historias inventadas.

Y mientras nuestro ínclito presidente tenga que pactar con el enemigo de dentro, (sus amigos), se una a ellos porque contra ellos no puede seguir en la presidencia, mientras ‘estos cortan tajadas y más tajadas de la esquilmada vaca de la democracia, nada cambiará; si acaso la elaboración de frases menos manidas, más eufemismos, frases triunfalistas que siguen ofendiendo a la inteligencia, a la sociedad y sobre todo a las víctimas de los asesinos.

Por tanto, les digo que es mejor que se callen, que no traten de quedar bien, que ya vale de frases supuestamente indignadas, sean parcos en palabras y largos en obras.
Entonces empezaremos a creer que deben hablar para explicarnos qué han hecho y qué han dejado de hacer y por qué.

Que Ignacio Uría descanse en paz. Nosotros no lo haremos hasta que se haga Justicia.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4948