jueves, febrero 22, 2007

Quiñonero, España, democracia amenazada

jueves 22 de febrero de 2007
España, democracia amenazada

POR JUAN PEDRO QUIÑONERO
LAS divisiones de la clase política española suscitan una inquietud creciente entre los mejores y más próximos observadores.
En Burdeos, Sud Ouest publica una entrevista con Didier Borotra, senador centrista y alcalde de Biarritz, que dice comprender a Rodríguez Zapatero, pero agrega: «La violencia en el País Vasco es una amenaza para la democracia española que provoca comportamientos partidistas y una intrusión de la política en la justicia que sólo puede inquietar». Didier Borotra es una personalidad de muy primera envergadura. Su padre, Jean Borotra, ya fue un político famoso y, sobre todo, uno de los cuatro legendarios mosqueteros de la historia del tenis francés: Borotra, Lacoste, Cochet y Brugnon. Borotra denuncia los riesgos de crisis de fondo de una justicia politizada, a izquierda o derecha, y no cree que haya solución «meramente política», agregando: «Resulta sorprendente la aparente imposibilidad de las fuerzas democráticas para ponerse de acuerdo en la búsqueda de la paz». «Los vascos están divididos, las fuerzas democráticas también», agrega antes de hacer una revelación quizá significativa, aunque de imposible confirmación: «En realidad, los gobiernos español y francés discuten constantemente de esa cuestión. Y el gobierno francés negocia bajo mano, en secreto».
En otro plano, en Bruselas, EUObserver echa un jarro de agua fría a las declaraciones hispano-italianas de «relanzamiento» de la UE, recordando con precisión hasta qué punto la gesticulación diplomática hispano-italiana cae en el insondable vacío de la crisis de fondo de la UE.
En un terreno político inflamable, Financial Times destaca una crónica informativa sobre las acusaciones de politización de los medios audiovisuales: PSOE contra Telemadrid, PP contra TV Castilla La Mancha. Aidan White, de la Federación Internacional de Periodistas, se pregunta si España no necesita un «obdudsman nacional audiovisual», una suerte de «defensor del pueblo» que defienda a la opinión pública contra la politización partidista de los medios públicos audiovisuales.
Juan Pedro Quiñonero

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