jueves 8 de febrero de 2007
Nada nuevo en Batasuna Rechazo contundente
La propuesta lanzada ayer por Batasuna ofertando una nueva «autonomía política» que aúne al País Vasco y Navarra «dentro del Estado español», pero con capacidad para decidir sobre su soberanía, demuestra el empeño de la izquierda abertzale no sólo por conservar el protagonismo del que disfrutó durante el proceso reventado por ETA, sino por conducirse con la misma actitud que entonces, como si el abominable atentado de Barajas hubiera constituido un hecho accidental fácilmente superable. Es posible que quienes aún confían ingenuamente en una rápida metamorfosis del mundo de Batasuna, o aquéllos que se felicitan de esos gestos por acomodarse a sus propios intereses, saluden el último señuelo político de los independentistas como una aportación elogiable. Pero esa convicción no se justifica ni por el contenido literal del documento presentado por Arnaldo Otegi, ni por la reprobable cobertura que su grupo continúa prestando a la actividad terrorista.Aunque la propuesta esté revestida de una apariencia posibilista, su coraza ideológica evidencia el encastillamiento de la izquierda abertzale en sus planteamientos de siempre, a lo que se añade su negativa a condenar el terrorismo. Resulta un sarcasmo inaceptable que Otegi y sus correligionarios se ofrezcan, con un lenguaje fingidamente democrático, para solventar el actual «bloqueo» atribuyéndolo al «acoso judicial y policial» y a la «falta de compromisos claros por parte de algunos agentes políticos», pero, en ningún caso, al regreso de ETA a las armas. Si la dogmática introducción del documento cuestiona su novedad, la iniciativa pierde cualquier credibilidad cuando se contrasta con la actitud, entre cómplice e indiferente, que han desplegado los dirigentes de Batasuna ante exhibiciones de presión como el acto propagandístico en apoyo a los condenados por el 'caso Jarrai' o el sabotaje que calcinó la estación de Lutxana. La quiebra en la unidad de los dos grandes partidos y la persistente ambigüedad del presidente Zapatero respecto al futuro del diálogo con la banda han favorecido el propósito de la izquierda abertzale de sacudirse su inexcusable responsabilidad en la perpetuación de ETA. Hasta el punto de que el PP ha visto, en las intervenciones de Otegi y la consideración que han recibido algunas de ellas, un juego de señales recíprocas cuyo objetivo inconfesado sería preservar cauces de comunicación pese al terrible atentado del 30 de diciembre. El Gobierno, en primer término, y las fuerzas democráticas deben evitar especulaciones que, por activa o por pasiva, alientan falsas expectativas, propician el engreimiento fanático de los extremistas y desactivan a una ciudadanía sacudida a diario por las desalentadoras consecuencias del rebrote terrorista. La propuesta de Batasuna ha coincidido en el tiempo con el conocimiento de la petición realizada a Amnistía Internacional para que amparara a Iñaki de Juana Chaos y la negativa y contundente respuesta recibida. La izquierda abertzale ha dado siempre suma importancia a lo que denomina 'internacionalización del conflicto'. Se trata de un intento de lograr fuera de nuestras fronteras la comprensión que no consigue dentro de ellas y de deslegitimar de paso la calidad democrática del Estado español. En este contexto ha de situarse la utilización propagandística que está haciendo de la entrevista y las fotografías que publicó el diario británico 'The Times' a propósito de la situación penitenciaria de De Juana. La campaña no le está resultando, sin embargo, favorable, como lo demuestra el rotundo rechazo de Amnistía Internacional a la solicitud de que fuera declarado 'preso de conciencia'. Y el motivo de su negativa deja bien a las claras el cinismo con que en este asunto está procediendo la izquierda abertzale: no cabe declarar 'preso de conciencia' a quien ha sido condenado por cometer asesinatos y actos de terrorismo. La decisión de Amnistía Internacional es tanto más importante por cuanto se trata de una organización independiente que, en numerosas ocasiones, se ha mostrado sumamente crítica con algunas prácticas policiales y carcelarias de nuestro país, y porque sus dictámenes han sido con frecuencia utilizados por la izquierda abertzale para dar verosimilitud a sus denuncias. El hecho de que la prestigiosa organización internacional rechace ahora la solicitud y se niegue además a pronunciarse sobre la situación penitenciaria y la huelga de hambre de De Juana, denota hasta qué punto la criminalidad de ETA se ha sobrepuesto, en el ámbito internacional, a cualquier otra consideración sobre su pretendido carácter de movimiento de liberación.
miércoles, febrero 07, 2007
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