jueves 8 de febrero de 2007
LUIS POUSA
CELTAS SIN FILTRO
Un proyecto internacional
Un día después de que el presidente de la Xunta se entrevistase en La Moncloa con el presidente del Gobierno central, merece la pena retomar alguna de las cuestiones tratadas por ambos, por la trascendencia que pueden tener para Galicia, al margen de aquellas opiniones que, fuere cual fuere el resultado del encuentro, tienen por oficio y norma descalificarlas. Y, por lo tanto, no entrar en la parte sustantiva de los asuntos.
Al parecer, la Cidade da Cultura fue uno de los temas de la agenda del visitante tratados con mayor sigilo y personalmente por Emilio Pérez Touriño y José Luis Rodríguez Zapatero en las distintas conversaciones telefónicas mantenidas en los días previos.
Una de las ideas de partida, manejadas para convertir el complejo del monte Gaiás en un proyecto de Estado, es que siendo Santiago de Compostela un centro de atracción universal para el cristianismo, pero cuya monumentalidad histórica trasciende mundialmente el ámbito religioso, existe ya todo un capital acumulado de difusión que puede servir para lanzar el proyecto de Peter Eisenman a nivel internacional.
Yendo un poco más allá, dicho proyecto debería ser utilizado para actuar de reclamo cultural y puente entre las dos orillas del Atlántico, y especialmente con los países latinoamericanos. Como, además, Galicia es fronteriza con Portugal, el papel de puente entre Europa e Iberoamérica encajaría perfectamente con ese cometido. Y, por otra parte, la propia situación geográfica, el noroeste peninsular, favorecería el asentamiento de un enclave cultural de referencia que trascendiese a la comunidad gallega.
La otra cuestión es el sesgo temático que, teniendo en cuenta las ofertas culturales ya existentes en España y en el norte de Europa, cabría darle al proyecto de Eisenman. También aquí se barajaron varias posibilidades, pero la más atrayente, pensando en la incorporación de las nuevas tecnologías y en sus usos en la industria de la cultura, podría ser la literatura y el cine. Dos escenarios cuya complementariedad es de sobra conocida.
Estos son algunos datos que ayudan a suponer que la cosa va en serio. Tan en serio como que los ministerios implicados -Asuntos Exteriores y Cultura- ya han empezado a interesarse por los pormenores de la iniciativa. Es decir, hay una buena predisposición a implicarse en que la Cidade da Cultura sea un proyecto de Estado. Lo que, obviamente, obliga a crear una comisión en la que estén representadas las tres administraciones -Gobierno, Xunta y Ayuntamiento de Santiago-, así como aquellos organismos que puedan tener una implicación directa en ello, caso del Consello da Cultura y de la Fundación para el Conocimiento.
Ni que decir tiene que una de las personas que más ha disfrutado con la noticia es el alcalde de Compostela. Xosé Sánchez Bugallo es consciente de la dimensión que adquiere el proyecto del monte Gaiás al implicarse en él el Estado español. Pues, por otra parte, ello conlleva que el complejo atraiga la atención de iniciativas y propuestas que hasta ahora permanecían expectantes o no siquiera le habían prestado un mínimo interés. Aunque todavía no se perciba en la opinión pública, la realidad es que, a partir de la reunión de Touriño con Zapatero, la Cidade da Cultura ha tomado un sesgo fáctico y un peso de los que antes carecía.
miércoles, febrero 07, 2007
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