Ladron de Guevara, Euskalheria txiki

viernes 9 de febrero de 2007
Euskalherria txiki
Ernesto Ladrón de Guevara
S ORPRENDENTE giro el de Otegui, el amigo de los asesinos. Ya no hace falta la independencia de Euskal Herria. ¿O sí? Otegui se conforma con Euskadi y Navarra, reunificadas, como expresión reducida de la Gran Euskal Herria. Ha pasado del programa máximo a un programa reducido encarnado en un proceso en fases hacia la independencia. Otegui proclama que, por ahora, se conforman con seguir en el Estado español. Eso sí, como condición mínima, con la integración a la fuerza de Navarra. O si se prefiere su anexión. Y digo que por la fuerza porque como todo el mundo sabe la mayoría de los navarros huyen de la “nación” vasconizada como de la peste. La pregunta es ¿por qué ahora Otegui plantea esta propuesta que es, sin duda, un movimiento de piezas en el tablero del ajedrez, para ver si cuela la trampa y tragamos el anzuelo? ¿Ha llegado a un acuerdo con el Gobierno de Zapatero en una escenificación de nuevo cuño que permita a Batasuna-ETA avanzar en la conquista del poder político y en la unificación del mapa vasco que hoy se estudia en las escuelas nacionales de Euskadi? ¿Hay un acuerdo producido por el aviso de la bomba de Barajas? ¿Zapatero ha cedido, y se ha planificado una nueva semiótica condicionada por la situación de que el sapo no cabía en la boca de los españoles y hay que buscar una nueva fórmula para que nos traguemos la mosca sin que nos demos cuenta? ¿Otegui ha cedido, y concede, junto con ETA con la que nunca se ha roto la estrategia del bloque llamado “abertzale”, para aparentar una flexibilización de posiciones que en realidad es un nuevo avance en la descomposición de España y en la aproximación a la independencia de esta parte de suelo patrio? Dejo a los lectores que analicen la hipótesis más probable a la luz de nuestra ya dilatada experiencia de engaños sucesivos pergeñados para el control social y para hacer más dulce la muerte de eso que durante mil años se ha llamado España como un todo unitario. ¿Y qué no dice el ministro de Interior? La única respuesta es que no merece ser tenido en cuenta lo dicho por quien ampara la violencia. Pero vds, estimados lectores, como yo, se habrán apercibido de que ha rehuido conscientemente el tomar posición sobre la propuesta del cabeza visible de ETASUNA. ¿Por qué? Dejo a vds la dilucidación sobre las correspondientes posibilidades de respuesta. Yo tengo una probable. Durante cien años el secesionismo vasco ha avanzado a paso de buey en dirección a la independencia. Nunca ha retrocedido. Siempre ha avanzado. Paso a paso, lenta pero inexorablemente, con el permiso de los mandatarios españoles que siempre se han caracterizado por la indiferencia y la dejación de principios. Y también con la asunción de la falsedad institucionalizada. Si no, de no haber sido así, otro gallo nos hubiera cantado y hoy no tendríamos este problema.