Batasuna propone a Zapatero un paso más en el "proceso de paz"
Elsemanaldigital.com
8 de febrero de 2007. Batasuna, la rama política ilegal de la banda terrorista ETA, propuso ayer un nuevo marco para el País Vasco y Navarra, basado en la "autonomía política" democrática de las dos Comunidades Autónomas como paso intermedio hacia la exigida autodeterminación. Los dirigentes batasunos Arnaldo Otegi, Xabi Larralde, Arantza Santesteban y Rufi Etxeberria plantearon públicamente un nuevo paso en el "proceso de paz" que sea formalmente compatible, según ellos, "partiendo de la actual realidad política e institucional".ETA, a través de Batasuna, revela a la opinión pública su actual posición en unos contactos políticos con el Ejecutivo y el PSOE que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no negó ayer en el Congreso de los Diputados en la sesión de control, interpelado por el líder del PP, Mariano Rajoy. ETA adapta su lenguaje y su táctica a lo que los terroristas consideran hoy posible, sin renunciar a ninguna de sus metas, que expresamente se mantienen en pie.La propuesta de los batasunos no es, en sí misma, una novedad. La aceptación formal de la voluntad democrática de los navarros, vizcaínos, guipuzcoanos y alaveses y el planteamiento de una figura autonómica temporalmente bajo la soberanía española son pasos hacia la consecución de los objetivos de siempre de la banda, es decir la territorialidad –la unión de Navarra y el País Vasco- y la autodeterminación –es decir, la independencia soberana-. De hecho, lo que Batasuna pretende es que "todos los proyectos políticos, incluido el independentista, puedan ser no sólo defendidos sino materializados".Uno de los primeros y más precisos análisis de la propuesta batasuna ha venido dado por el Gobierno autónomo de Juan José Ibarretxe, para el que la propuesta de Batasuna "no supone ni aporta novedad alguna", ya que el "Estatuto Político vasco, debatido y aprobado por mayoría absoluta en el Parlamento vasco, recoge el contenido de esta propuesta con mayor finura jurídica y más contundencia política". En resumidas cuentas, tanto lo que Batasuna propuso ayer como el Plan Ibarretxe y antes de él el Pacto de Estella coinciden en vestir con ropajes democráticos la propuesta independendista.Este proyecto sin embargo no tiene cabida en nuestra democracia por al menos tres consideraciones. Ante todo, no hay democracia mientras persista el chantaje de las armas; el único anuncio que ETA tiene derecho a hacer es la fecha de su disolución, de la rendición de sus pistoleros y de la entrega de las armas. Sin eso, no hay ni siquiera una apariencia de democracia. Por otro lado, en España el sujeto de la soberanía es el pueblo español, no ninguna de sus partes, regiones o partidos políticos. Ningún Gobierno español puede siquiera negociar el reconocimiento de una "capacidad de decisión" que rebase la única soberanía democrática existente. Por último, es preciso recordar que la Constitución de 1978 se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación; no crea esa unidad, sino que depende de ella, de manera que ni en el fondo ni en la forma nada de lo que Batasuna propuso ayer tiene encaje constitucional.Es absolutamente insólito en nuestro entorno europeo y democrático que una fuerza política ilegal, partícipe de una banda terrorista, convoque ruedas de prensa y, además, se permita dictar reglas a la organización territorial del Estado. José Luis Rodríguez Zapatero tiene la obligación de responder a los terroristas de la única manera posible, es decir aplicando la Constitución y las leyes y rechazando toda "mesa de partidos" que, además de aportar sólo confusión política, está fuera de toda posibilidad democrática.
miércoles, febrero 07, 2007
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