Venezuela o coma mueren las democraacias

9-I-2007
Venezuela o cómo mueren las democracias
EDITORIAL

Dosis justas de violencia sabiamente administradas para disuadir al opositor, toneladas de propaganda, pucherazos electorales y nepotismo a mansalva

La Venezuela de Chávez no es sólo un deprimido país del tercer mundo que se depaupera a cada día que pasa, sino el modelo perfeccionado de cómo se implanta una dictadura socialista en los tiempos que corren. Dosis justas de violencia sabiamente administradas para disuadir al opositor, toneladas de propaganda, pucherazos electorales y nepotismo a mansalva. La antaño próspera nación caribeña, que atraía a multitud de emigrantes de este lado del océano, es hoy un régimen personal y, al menos por ahora, intransferible de un coronel golpista reciclado en revolucionario de nuevo cuño.
Los hechos están ahí para quien quiera verlos. Es un goteo incensante en el que, al tiempo en que vivimos y sin darnos cuenta, la dictadura se impone de un modo silencioso, como si el sino de Venezuela fuese vivir bajo la tiranía de un demagogo sin escrúpulos. En la última reorganización ministerial, dos nuevas carteras han ido a parar a dos insignes miembros de la jerarquía chavista. La de educación para el hermano del dictador, Adán Chávez. La vicepresidencia para un viejo conocido de los amigos de la democracia venezolana: José Rodríguez, que hasta ahora fungía como presidente del Consejo Nacional Electoral.
No es casual que éste sea el mismo consejo que fue objeto de la polémica durante el revocatorio de 2004 y que, precisamente por su nefasta actuación, los partidos opositores venezolanos hayan dejado de participar en más farsas con maquillaje democrático. Así mueren las democracias. Así nacen las dictaduras.