sábado, enero 06, 2007

Michelle Malkin, El despilfarro bipartidista del Katrina

sabado 6 de enero de 2007
Corrupción
El despilfarro bipartidista del Katrina
Michelle Malkin

Tras años de planes fiscales conservadores para reducir la burocracia gubernamental y reformar el gasto federal, el Partido Republicano desperdició una oportunidad de oro para mostrar a los progresistas cómo poner fin al socialismo de las catástrofes.

El gobierno despilfarra miles de millones de dólares del contribuyente con la excusa de que son para evitar desastres. Luego despilfarra miles de millones más arreglando las consecuencias de esas catástrofes cuando la prevención falla. Finalmente, despilfarra más millones sobre los miles de millones ya despilfarrados para investigaciones y recriminaciones. Y después el ciclo comienza de nuevo.
La administración Bush, al igual que cada una de las administraciones desde que Jimmy Carter crease la Agencia Federal de Gestión de Desastres en 1979, ha fracasado estrepitosamente a la hora de romper el ciclo desastre natural-desastre federal. Después de la incapacidad sistemática de lidiar con la seguridad fronteriza haciendo cumplir las leyes de inmigración, el despilfarro en las ayudas por el huracán Katrina se destaca como el mayor fracaso en política nacional de los republicanos. Tras años de planes fiscales conservadores para reducir la burocracia gubernamental y reformar el gasto federal, el Partido Republicano desperdició una oportunidad de oro para mostrar a los progresistas cómo poner fin al socialismo de las catástrofes.
Los investigadores federales estiman ahora que el gasto debido al huracán Katrina podría superar el año que viene los 2.000 millones de dólares. Alrededor de mil de esos millones ya se han destinado con infinita generosidad a toda clase de destinos, desde camiones que no se usan hasta camarotes vacíos de barcos, además de viajes conjuntos a casinos y tarjetas de débito de ayuda al desastre que cubrieron gastos en clubes de striptease y en champán. Se prevé que los investigadores publiquen la primera de una serie de auditorías dedicadas a examinar más de 12.000 millones de dólares en contratos del Katrina el mes que viene.
Añadiéndose a esta debacle ya de por sí nauseabunda están los demócratas. Según Associated Press, cuando tomen el control de las dos cámaras en enero, "al menos siete comités planean organizar audiencias u otras maneras de supervisar cómo se están gastando los 88.000 millones de dólares aprobados para ayudas del Katrina". Entre los que presidirán esos paneles de supervisión estará el senador "me llaman 'el rey del gasto y no saben lo mucho que disfruto" Robert Byrd. Cuando celebren sus tumultuosas audiencias y conferencias de prensa condenando el despilfarro fraudulento y el abuso, rebuznarán a propósito de los incontables contratistas de reconstrucción con vínculos con el Partido Republicano. Cederán la palestra a hipócritas que odian a las empresas como Jesse Jackson para lamentar el favoritismo en la contratación por parte del gobierno. Y atacarán la cultura republicana de corrupción mientras miran a otro lado frente a los beneficiados demócratas del Katrina.
Se escuchará hablar mucho sobre el Shaw Group, por ejemplo, que logró importantes contratos de reconstrucción y ayuda en caso de desastre inmediatamente después del huracán Katrina. Algunos medios y varios demócratas se han concentrado en "los vínculos con la Casa Blanca" de Shaw y la posición del conglomerado multimillonario como "importante cliente corporativo de Joe Allbaugh, ex gestor de campaña del presidente Bush y ex director de la Agencia Federal de Gestión de Desastres".
Lo que Nancy Pelosi y compañía no mencionarán, no obstante, es que el Shaw Group fue fundado por un importante político demócrata de Louisiana, Jim Bernhard, ex presidente del Partido Demócrata de Louisiana, que trabajó incansablemente para la campaña de la gobernadora demócrata de Louisiana Kathleen Blanco y sirvió como copresidente de su equipo de transición. Bernhard tenía una relación próxima con Blanco, a la que se le prestaban los aviones corporativos del Shaw Group en numerosas ocasiones. Otro ejecutivo de Shaw fue el director de campaña de Blanco.
Los demócratas también planean cortar las concesiones de contratos de transporte que han beneficiado a empresas alineadas con los republicanos, incluyendo una empresa conjunta de inversiones en la que participa Del-Jen Inc., una filial de Fluor que presuntamente ha donado más de 930.000 dólares a políticos, principalmente candidatos del Partido Republicano, desde el 2000.
¿Pero qué dirán los demócratas de Bourget's of the South que, según el New Orleans Times-Picayune, "se ha convertido en el mayor suministrador de Louisiana de trailers para FEMA con diferencia, logrando casi 120 millones de dólares en contratos federales?" La compañía carecía de licencia para vender trailers y de experiencia alguna en el sector cuando consiguió un acuerdo de 6,4 millones de dólares después del desastre del Katrina.
Sin embargo, sí tenía conexiones. Los propietarios de Bourget's –los hermanos Glen y Gary Smith– son hijos de Henry Smith, tesorero del comité ejecutivo del Partido Demócrata de Louisiana. El Times-Picayune observa además que "el hijo de Gary y sobrino de Glen, Gary Smith Jr., es el representante estatal demócrata de Norco que se sienta en el Comité Especial de la Cámara sobre Prevención de Desastres, Gestión de Crisis, Recuperación y Revitalización a Largo Plazo". ¡Labor intensa, señores Smith!
La corrupción en el Katrina es tan demócrata como republicana. Esa es la fruta podrida del bipartidismo en Washington.
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