domingo, enero 14, 2007

Juan Carlos Girauta, El PP no se suma a su propio linchamiento

lunes 15 de enero de 2007
Manifestación
El PP no se suma a su propio linchamiento
Juan Carlos Girauta

Se entiende que les cueste algún esfuerzo predicar abiertamente el abrazo con asesinos recientes. Necesitan un mes o dos para volver a hablar claro. De ahí la siniestra y obsesiva cantinela de la paz y la estafa de la unidad.

La manifestación madrileña contra el PP y a favor del entendimiento con la ETA ha reunido a 175.000 personas, de los cuales cabe descontar a cuantos despistados o ingenuos creyeron asistir a un acto contra el terrorismo, ignorantes de que la mayor organización de víctimas había declinado asistir y había denunciado el verdadero carácter de la concentración.
A la vista del fracaso cosechado por el gobierno y por la fuerza de choque conocida como "mundo de la cultura", desconcierta que El Mundo cuente en portada que "la izquierda moviliza una gran multitud por la paz y contra ETA". 175.000 personas serían una gran multitud si las reuniera una asociación de vecinos o protestaran contra la ley del tabaco. Pero tratándose de lo que se trata, y con los precedentes de varias manifestaciones que han superado el millón de asistentes, el único éxito que presentan actores, sindicatos y gobierno es el generoso tratamiento que les dispensa el diario a cuyo director trataron los socialistas de asesinar civilmente.
Reprochan a los populares que no se sumaran. Es decir, que la España liberal-conservadora debía rectificar lo que ha venido sosteniendo, arrepentirse de acertar en sus análisis, avalar la ambigüedad de Rodríguez y contribuir a la pronta reanudación del proceso que ha rearmado, renovado, refinanciado y enaltecido a la ETA. Todo ello en cabizbaja exhibición de obediencia, varios metros detrás del canallita que le quiere poner un cordón sanitario. Menos odio, pájaro, y más pagar a los extras de tu última deposición filmada, que siguen sin cobrar. Si estás tieso, ya te echaremos unas monedas cuando nos crucemos contigo, pero ahórranos tu bilis y tu cara de estreñido. Lo que hacen algunos para pillar es increíble.
Se entiende que les cueste algún esfuerzo predicar abiertamente el abrazo con asesinos recientes. Necesitan un mes o dos para volver a hablar claro. De ahí la siniestra y obsesiva cantinela de la paz y la estafa de la unidad. Quien desee conocer la verdadera posición del progre por excelencia, que lea la entrevista a Rodríguez en El País: imposible arrancarle las palabras "no negociaré".
Mientras retuercen el lenguaje para no admitir que están y quieren seguir estando en manos de la ETA, comandos titiriteros escupen su veneno contra el PP: son ultramontanos, son peligrosos, son miserables, son... ¡góticos! Sin embargo, esperaban que acudieran a su llamada, a su "pásalo", de sombrías reminiscencias golpistas. La próxima vez que asedien las sedes populares (cosa que seguramente ocurrirá en cuanto Rajoy gane las elecciones) exigirán, al grito de "unidad", la presencia de los asediados para que se increpen y amenacen a sí mismos.

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