miércoles, enero 17, 2007

Ignacio Villa, Nada cambia

jueves 18 de enero de 2007
Proceso de rendición
Nada cambia
Ignacio Villa

Tanto el PSOE como sus amigos parlamentarios no sólo se niegan a hacerlo sino que no quieren ni debatir su negativa. Es evidente que tienen miedo a retratarse.

El presidente del Gobierno confirmaba el pasado lunes el final del pacto antiterrorista anunciando la intención de crear un nuevo consenso artificial y falso, pues es un consenso que excluye al único partido de la oposición. Y es que la vuelta de tuerca que los terroristas etarras han dado a Zapatero con el atentado de Barajas ha sido respondida por el presidente con la ambigüedad, primero, y con la fabricación de eso que llaman "unidad" y que no es más que la exclusión del Partido Popular, después.
El jefe del Ejecutivo no cede un ápice en su planteamiento inicial. Es muy sencillo: el proceso de rendición no se ha cerrado, simplemente se ha suspendido. Estos días no suponen nada más que un paréntesis. Para poder cerrarlo lo antes posible, Zapatero ha puesto en marcha la maquinaria propagandística para publicitar ese nuevo pacto que dice mayoritario, pero que no es más que una ficción. En ese "nuevo consenso" están todos menos el PP, y precisamente por ello dejan fuera a media España. ¿Donde están, pues, esos deseos de acuerdo?
Es más, Zapatero habla de consenso, pero no de política antiterrorista, ni de la derrota de ETA, ni de libertad, ni de Estado de Derecho. Es la milonga de siempre. Y por si alguien tenía aún alguna duda, el portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, ha emitido un comunicado en el que detalla el acuerdo de todos los grupos parlamentarios en el que rechazaban debatir las cinco propuestas realizadas por el Partido Popular, entre las que destaca la ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas. Cinco propuestas claras contra el terrorismo, que cualquier demócrata con sentido común debería defender. Pues tanto el PSOE como sus amigos parlamentarios no sólo se niegan a hacerlo sino que no quieren ni debatir su negativa. Es evidente que tienen miedo a retratarse. Es la misma estrategia que ya utilizaron con el 11 de marzo, advirtiendo al PP que cerrarían filas si intentaban investigar la verdad sobre la matanza de Madrid. Y eso que Zapatero llegó a prometer que iba a "convertir el Parlamento en el centro de la vida política". No deja de ser llamativo que, al mínimo gesto de Batasuna, a la más mínima objeción del PNV, el Gobierno se ponga en tiempo de saludo. Sin embargo, cualquier sugerencia realizad por el PP y que tenga que ver con el restablecimiento de los principios básicos de la lucha antiterrorista es inmediatamente despachada con insultos y ataques. Pero así están las cosas y así van a seguir, porque Zapatero mantiene su proyecto de exclusión del principal partido de la oposición mediante el pacto con la ETA. Nada ha cambiado tras el atentado de Barajas.

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