jueves, enero 18, 2007

GEES, Somalistan

viernes 19 de enero de 2007
Guerra contra el terror
Somalistán
GEES

En seis meses los islamistas mataron a una monja italiana, dos hombres fueron acribillados por ver la Copa del Mundo de fútbol y cualquiera que no rezara cinco veces al día en dirección a La Meca corría el peligro de ser ajusticiado.

Nueva e importante victoria estadounidense contra el terrorismo. Ha sido en el sur de Somalia, donde los norteamericanos lanzaron durante tres días una ofensiva aérea contra terroristas de Al Qaeda. Al parecer, entre las víctimas están Azul Abdullah Mohammed, Ali Saleh Nabhan y Abu Taha al-Sudani, todos involucrados en los atentados de 1998 contra las embajadas norteamericanas de Nairobi y Dar es Salaam, donde murieron más de 250 personas. Una gran noticia que nos recuerda que en esta guerra sólo cabe la victoria.
El diagnóstico que hizo la administración Bush, y que quedó reflejado en la Estrategia de Seguridad Nacional de septiembre de 2002, sobre el peligro de los denominados Estados fallidos por ser un caldo de cultivo de terroristas era acertado.
Cuando hace más de una década Estados Unidos se retiró cabizbajo de Somalia, el país se convirtió más que nunca en un santuario para los terroristas de Al Qaeda. Sumida en una total anarquía, ha sido una valiosa base de reclutamiento y entrenamiento y un estupendo refugio para los combatientes yihadistas. En junio del año pasado, mientras la atención de los medios estaba puesta en la guerra entre Israel y Líbano, su capital, Mogadiscio, cayó en manos de la Unión de los Tribunales Islámicos. De no ser por la intervención militar etíope seguramente todo el país habría caído bajo un régimen similar al talibán en Afganistán, constituyendo una grave amenaza para la seguridad global. En seis meses los islamistas mataron a una monja italiana, dos hombres fueron acribillados por ver la Copa del Mundo de fútbol y cualquiera que no rezara cinco veces al día en dirección a La Meca corría el peligro de ser ajusticiado. Se criticó duramente la intervención de Etiopía, pero gracias a ella Estados Unidos pudo detectar a los terroristas de Al Qaeda y atacarlos. Sin duda, el riesgo de que en Somalia se establezca un nuevo frente yihadista es muy elevado, pero el gigante norteamericano ha demostrado que puede combatirlos allí donde se encuentren.
Como era de esperar, la ONU, la Unión Europea y varios gobiernos nacionales han criticado duramente la ofensiva aérea norteamericana. Louis Michel, comisario de Desarrollo y Acción Humanitaria de la Unión Europea, aseguró que la UE no tenía confirmación alguna de la presencia de miembros de Al Qaeda en territorio somalí, y se ha limitado a pedir el despliegue de una misión de paz de la Unión Africana (UA) para intentar calmar la situación, como ocurrió en Darfur. Seguramente, el presidente del gobierno de transición, Abdullahi Yusuf, no sea el mejor ejemplo para gobernar un país en democracia, pero si fracasa y se reanuda la anarquía de los señores de la guerra, los islamistas volverán. Somalia está aún muy lejos de estabilizarse y necesita algo más que un puñado de soldados mal equipados de la UA si no se quiere perder esta oportunidad.GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.

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