miércoles, enero 03, 2007

Ely del Valle, Estaba claro, el que con terroristas se acuesta, manco se levanta

Estaba claro: el que con terroristas se acuesta, manco se levanta
Ely del Valle
LA VIÑETA DE ENIO
¿Paz-Ciencia?

El Gobierno ha tardado tres días y medio en enfundarse los puntos suspensivos con los que Zapatero se había limitado a adornar el inexistente proceso de paz tras el atentado.

3 de enero de 2007. No podía ser que después de que ETA terminase el año con una espeluznante traca que demuestra una vez más que la cabra siempre tira al monte, el presidente pusiera entre paréntesis un proceso que jamás existió. Rubalcaba lo sabía, y por eso sus rotundas declaraciones de ayer: roto, acabado y liquidado.Finished. El problema es que, por el camino, también se ha pulverizado la confianza de la mayoría en un presidente empecinado durante meses en hacer decir a los asesinos en voz alta lo que desmentían vía Zutabe. La respuesta final no ha podido ser más clara : los terroristas han verificado su clara e inequívoca voluntad de seguir matando, pese a lo cual Zapatero ha sido incapaz de verbalizar lo que, ayer sí, puso, blanco sobre negro, el ministro del Interior. Se sabía que existía un ultimátum que vencía a finales de año; se sabía que los terroristas almacenaban pistolas y explosivos; se sabía lo suficiente como para que las fuerzas y cuerpos de seguridad volvieran a estar en alerta. Conocíamos todo esto porque, a pesar de lo que quieran creer quienes nos han metido en este lío, a Otegi y sus secuaces Zapatero, su proceso de paz y su permanencia en el Gobierno les importa un bledo. Han hecho como que negociaban con él porque le tienen pillada la medida, y han jugado con su megalomanía y su pánico a salir disparado de La Moncloa, para forzar una falsa tregua mientras se surtían de armas para convertirlas de nuevo en cuerdas vocales.Tras el atentado, el presidente dijo que trasformar un parking en dos mil toneladas de escombros y matar a dos personas no es compatible con una tregua permanente. Muy didáctico. Imagino a los terroristas completamente perplejos preguntándose: "¿Ah, no?". ¡Vaya tomadura de pelo, señores! Hasta ahora era muy difícil, a pesar de las evidencias, cerrar la puerta a la posibilidad de que se consiguiera lo imposible; a que fuesen los escépticos los equivocados; a que el presidente escondiese tras su discurso insustancial a un genio de la estrategia. Al final, la realidad se le ha plantado delante de las narices, y Rubalcaba, que no el escurridizo jefe del Ejecutivo, ha tenido que sellar en público cualquier resquicio a la esperanza, aunque seguramente lo ha hecho para salvar el culo y no tener que salir pitando de un Gobierno que se desmorona, tampoco nos engañemos. Queda la segunda parte, la política, la fácil de prever: ni va a haber ceses, ni se va a retomar el pacto anti terrorista, ni, evidentemente ETA va a dejar de invertir en detonadores para hacerlo en diccionarios. Zapatero ha tendido la mano a los asesinos y se la han cortado. Veremos si es verdad que ha aprendido o se limita a meterse la otra en el bolsillo a la espera de que Otegi le haga un par de cucamonas. Mientras tanto los demás no tenemos más remedio que encomendarnos al 007 del año nuevo para que nos proteja de tanta incompetencia.

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