El PP puede ganar

miercoles 20 de febrero de 2008
El PP puede ganar

F.C.

El Barómetro del CIS confirma el empate técnico pero lo dramatiza aún más (dramatizar es el verbo que utilizó Zapatero como sinónimo de tensionar en su confesión a Gabilondo). El PSOE, según la encuesta oficial, aventaja sólo en 1,5 puntos al PP en intención de voto. Los socialistas obtendrían, si las elecciones se hubieran celebrado hace dos semanas, 5 escaños más que los populares.

Los resultados del estudio pueden estar maquillados por el Gobierno para movilizar al electorado más abstencionista de la izquierda. En cualquier caso el maquillaje se hace sobre una tendencia y la tendencia es que la oposición acorta distancias.

Las 18.000 entrevistas de la encuesta están realizadas a principios de febrero. No reflejan pues los efectos de las dos últimas semanas, que han sido claramente favorables a Mariano Rajoy. Con sus propuestas sobre inmigración y seguridad ha sabido llevar la iniciativa. Zapatero ha ido a rastras y cuando ha intentado recuperar protagonismo se ha encontrado con problemas como los que tuvo en Toledo al anunciar las ayudas para las familias o “el accidente” en Cuatro.

Es difícil evaluar si la capacidad de Rajoy para ir por delante luego se traducirá en votos. Hay que tener en cuenta que el barómetro de este viernes, como todas las encuestas de las últimas semanas, refleja que Zapatero es el líder más valorado. La gran cuestión es si en el 30 por ciento que no ha decidido aún su voto hay voto oculto para el PP y abstención. Todo hace pensar que sí. Los resultados de las elecciones de 2000 pusieron de manifiesto que muchos votantes del PP tienen dificultades para sincerarse.

Podría ser, además, que una bolsa importante de los votantes de 2004 esté considerando muy seriamente no votar y que tampoco lo confiese. En las generales el voto cambia muy lentamente porque los españoles pensamos que cambiar, en el fondo, es reconocer que nos hemos equivocado. Una buena parte de los votantes “arrepentidos” de Zapatero todavía está sopesando su desencanto y no está para hacer “confesiones”. Con este cuadro, el PP puede ganar.

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