Jose Oneto, ZP y Rajoy adelantan la jornada de reflexion

viernes 29 de febrero de 2008
Zapatero y Rajoy adelantan la jornada de reflexión

José Oneto
José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy han adelantado a este sábado su particular jornada de reflexión que para todos los españoles tendrá lugar el próximo día 8 de marzo, vísperas de las elecciones generales.
Este fin de semana el presidente del Gobierno y el líder de la oposición se aislarán prácticamente del mundo exterior, estarán conectados permanentemente con sus asesores y rodeados de miles y miles de fichas, de citas, de cifras, de recortes de periódicos y prepararán el segundo “cara a cara” que tendrá lugar el lunes día 3 en el Pabellón Municipal de Congresos, convencidos los dos de que ganarán este segundo debate del que estarán pendientes casi catorce millones de españoles, un millón más que en el debate anterior.

Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero tendrán que reflexionar sobre sus fallos, sus excesos y sus carencias en el anterior debate y tendrán que estudiar muy detalladamente cómo sus propuestas, sus soluciones, a lo que ellos consideran problemas del país, tienen que llegar nítidamente al ciudadano, dos millones de los cuales no tienen decidido todavía su voto.

Rajoy tendrá que reflexionar sobre su agresividad, sobre la forma sutil de cambiar su discurso último, con el que ganó a Zapatero, pero con el que sólo convenció a sus propios electores, ya de por sí movilizados, y no a los que siempre le han negado el voto, según confesó en su último mitin celebrado en Bilbao.

Con su discurso crítico, duro, descalificador, muy en la línea de lo que ha sido todo el argumentarlo de la pasada legislatura, ha hecho su particular y sesgado balance de la legislatura, pero en este segundo debate se piden soluciones, y además soluciones rápidas si es verdad que, según su análisis, la situación económica, de la que no se ha ocupado en toda la legislatura, está tan mal como viene diciendo.

Él sabrá, pero, probablemente, el propio Pedro Arriola, su “gurú” particular, el mismo que le pidió en el intermedio del primer debate que pisase el freno y aparcase los ataques personales, le aconsejará que se modere, que se diría al votante indeciso, a ese que nunca le ha votado y que necesita creer en él y en sus soluciones, que se centre aunque desde su círculo mediático le llamen “maricomplejines”, que recupere una cierta credibilidad perdida con tantos excesos verbales que están en la memoria del televidente, que es el que le va a examinar.

Por su parte, Rodríguez Zapatero, que, a pesar de las encuestas, perdió el debate por su falta de reacción, por su impasibilidad frente a los graves ataques al líder de la oposición, por su táctica de abordar temas que le estaba planteando Mariano Rajoy y, en parte, por su pérdida de ese encanto que le hace conectar mucho mejor con el espectador, tendrá que esforzarse por “vender” todo lo que ha hecho en esta legislatura y, sobre todo, convencer al país de que, después de tres años de prosperidad, está dispuesto a hacer frente a la desaceleración económica que se nos viene encima y de la que acaba de dar fe el Banco de España.

Zapatero no puede dejar de contestar a ninguno de los ataques que reciba, tiene que demostrar que en muchos temas no ha mentido, como le recordó en una docena de ocasiones el líder del Partido Popular, y tiene que presentar un proyecto ilusionante para los próximos cuatro años.

Aunque en círculos cercanos al Partido Socialista se contemplan las elecciones con una relativa tranquilidad, con la tranquilidad que dan los resultados de las encuestas que el partido está elaborando, en los que hay una clara ventaja del PSOE sobre el Partidlo Popular, Zapatero no se puede confiar y tiene que seguir movilizando a su electorado, parte del cual salió desconcertado del primer debate.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=29/02/2008&name=oneto