juerves 28 de febrero de 2008
GARGANTA PROFUNDA
Josep Piqué romperá su silencio en medio de la campaña electoral
Elsemanaldigital.com
El ex presidente del PP catalán cortó amarras con la política, pero lo hizo "de aquella manera". Por eso, promete causar un buen revuelo su inminente reaparición pública.
Así se producirá el regreso de Josep Piqué a la escena pública, con más de uno pendiente de qué pueda decir sobre la situación española en plena campaña electoral.
Josep Piqué lleva sin decir esta boca es mía desde que el pasado verano salió por la puerta de atrás del Partido Popular. Se cansó de ejercer de patito feo. Su discurso, su imagen, sus ideas, su conducta política adaptada al paisaje catalán, parecieron ser de repente incompatibles con el centro-derecha nacional y su mensaje único e inequívoco en toda España.
Piqué siempre jugó a ir por libre. Ya se le entendió todo cuando situó abiertamente a dirigentes como Ángel Acebes y Eduardo Zaplana en el "pasado", por más que los resultados electorales no le acompañasen. Cierto. Menos de 300 concejales en las municipales de mayo. El retroceso fue visible. El ex presidente del PPC quiso estratégicamente ser ambiguo en cuestiones clave y, a la postre, terminó diluyendo la herencia recibida y buscando casi obsesivamente ocupar un espacio que los tiempos no le dejaron encontrar.
Josep Piqué quiso catalanizar el PP y la apuesta se reveló imposible para el llamado votante "españolista", que es el clásico de los populares. Lo raro por tanto fue que el desenlace se hiciese esperar durante tanto tiempo. Al final, el otrora también ministro de Aznar cogió el portante para terminar recalando en la presidencia de Vueling. "Se le ve mejor que nunca", dicen a Garganta Profunda en su entorno. Tal vez por ello, después de mantenerse lejos de los focos, Piqué vuelve a escena para hablar de política.
Lo llamativo es que tiene previsto hacerlo este viernes en Barcelona como presentador del libro Ets de dretes i no ho saps [Eres de derechas y no lo sabes], de Josep Martí, que versa sobre el cliché existente en Cataluña de relacionar el término "derecha" o "conservador" con una persona "demoníaca" a la que se le puede negar el pan y la sal, mientras que la ideología de izquierdas se apropia de vocablos como "justicia, progreso y solidaridad". La intervención de Josep Piqué va a versar, aunque de entrada sea en términos genéricos, sobre la derecha y la izquierda.
Bastará que cometa cualquier mínimo gazapo o se salga del guión para que Piqué interfiera en la campaña y vuelva a ser piedra de discordia. Es más, algún que otro dirigente del Partido Popular ya ha puesto cara de póquer cuando se ha enterado de que el ex político catalán se presta a parlotear por los codos. Craso error, a decir de más de uno.
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