martes, octubre 16, 2007

Xavier Pericay, Despido libre

martes 16 de octubre de 2007
Despido libre
XAVIER PERICAY
(Periodista y escritor)
Que Boadella haya dicho adiós a Cataluña no constituye, en el fondo, ninguna sorpresa. Cuando alguien llega a la conclusión de que ya nada le une a cuanto le rodea, lo más aconsejable es que cambie de aires. Por supuesto, siempre habrá quien sostenga que Boadella se ha marchado muy a su pesar. Hasta puede que salga alguno por allí con el cuento de que al fundador de Els Joglars lo han echado de su tierra. Nada más erróneo. Boadella se ha ido porque ya no cabía en Cataluña. Al fin y al cabo, las migraciones de un intelectual catalán -esa especie tan rara- se acaban explicando siempre, fatalmente, por una cuestión de espacio. A medida que va pasando el tiempo, el intelectual necesita cada vez más, para su propio desarrollo, ensanchar el territorio en el que se ha movido hasta entonces. Lo puede hacer, claro, sin renunciar al terruño, limitándose, como quien dice, a ir abriendo el compás. Pero sólo si este primer estadio de su actividad está libre de cortapisas, lo que no es el caso de Cataluña. Ni de su cultura. En esta parte de España el nacionalismo permanece vigilante. Véase Fráncfort, por ejemplo. O estás o no estás. No hay medias tintas. De ahí que la única salida, a menos de que uno se avenga al silencio o a la mediocridad, sea coger las de Villadiego. Es lo que ha hecho Boadella. Libremente. Tomándose el tiempo de despedirse. Como un señor. No será el último.

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