Enrique Serbeto, Alemany sabe hablar y huele a limpio

martes 16 de octubre de 2007
Alemany sabe hablar y huele a limpio
ENRIQUE ORTEGO
Ya que el Juzgado 47 de Madrid tiene tanto trabajo acumulado que tres años después sigue investigando sin emitir fallo alguno sobre las múltiples denuncias presentadas contra los imputados directivos de la Federación Española de Fútbol, el balompié patrio se ve obligado a buscar una plataforma salvadora que gane en unas elecciones lo que en la Justicia ordinaria se demora.
Hace diez días saltó a la palestra Mateo Alemany, ex gerente y ex presidente del Mallorca, como candidato a la presidencia que Villar ocupa desde hace veinte años. Ayer fue el invitado del Foro Ferrándiz-As y después de escucharle atentamente responder a todas y cada una de las preguntas que le hicieron los invitados lo primero que hay que señalar es que sabe hablar, explicarse, tiene las ideas claras y no tiene ningún muerto en el armario. Y si alguien conoce que lo tiene haría bien en hacerlo público antes de que el fútbol español le vote en las próximas elecciones.
Dirán ustedes que tampoco es ningún mérito saber hablar y no tener un pasado del que arrepentirse, pero en este particular caso siendo Ángel Villar, a priori, su máximo enemigo en las urnas, es todo un mérito. No dice «furbol», ni «albitros» ni intenta no pronunciar la palabra España. Se preguntaba ayer Alemany cuánto tiempo lleva Villar sin comparecer públicamente. Alguien apuntó que desde que salió presidente hace casi tres años. Es lógico, tiene miedo, carece de argumentos para defender su gestión y sólo tiene tiempo para contratar abogados que le defiendan en su cruzada en los Juzgados.
Además, Alemany huele a limpio. Y no precisamente a perfume. Desprende libertad, independencia. Con él los árbitros elegirán al presidente de los árbitros. Y los entrenadores, al presidente de los entrenadores. Asegura -si tiene que ser por escrito lo hará- que si algún día es presidente vivirá en Madrid y no se pasará el día viajando por el mundo cobrando dietas de la FIFA y la UEFA. De momento, firma que nunca estará más de ocho años en el cargo. Ya es algo.