lunes, octubre 29, 2007

Richard W. Rahn, ¿Que estudiar y como?

martes 30 de octubre de 2007
Globalización e internet
¿Qué estudiar y cómo?
Las costosas universidades están amenazadas por las nuevas tecnologías. Mucho de lo que necesitamos aprender está en Internet, disponible a bajo coste, lo que ofrece oportunidades a empresarios de la educación en países pobres.

Richard W. Rahn

Los jóvenes de todas partes suelen preguntar a los mayores qué estudiar para conseguir un empleo bien remunerado. Hoy, en un mundo globalizado y con internet, esa pregunta es más compleja. Los estudiantes de países ricos, como Estados Unidos y Alemania, temen que el oficio elegido pueda ser subcontratado a otro país con sueldos más bajos; mientras que los estudiantes de países pobres comprenden que la globalización e internet pueden ofrecerles acceso a empleos que antes no existían.
Ante este nuevo panorama, escuchamos a líderes de la izquierda y de la derecha advirtiendo sobre los peligros de los avances tecnológicos que transferirán grandes cantidades de empleos al mundo en desarrollo, lo cual producirá una caída de los ingresos en los países desarrollados.
Vemos que los empleos industriales que requieren pocas habilidades y que no han sido sustituidos por maquinarias se están yendo a países de salarios bajos. Pero esto ha beneficiado tanto al mundo desarrollado como al subdesarrollado. Con el paso del tiempo y en la medida de que se desarrollan nuevas tecnologías, prácticamente todo será fabricado por máquinas, por lo que aspirar a emplearse en una línea de ensamblaje no es una buena estrategia, ni en un país rico ni en un país pobre.
Los trabajos de salario bajo pueden ser fácilmente hechos vía internet o teléfono, razón por la cual las centrales telefónicas de servicio a los clientes se han mudado a países con bajos salarios, especialmente a aquellos donde mucha gente habla inglés. Una generalización válida y probablemente perdurable es que aprender inglés es ventajoso, no importa donde se viva.
El inglés se está convirtiendo en el idioma global, no sólo en las finanzas y los negocios, sino también en el sector de viajes y transporte, en las ciencias y en muchos otros campos. Por ello, países como Mongolia y Montenegro consideran hacer del inglés su segundo idioma oficial. Casi todo se traduce al inglés y aparece en internet, por lo que quien habla, escribe y lee inglés tiene acceso a todo el conocimiento y goza de una ventaja competitiva.
A pesar del temor de tantos, hay límites a los trabajos que pueden ser subcontratados a países de salarios bajos. Si examinamos los hechos es obvio que casi todos los trabajos mejor pagados que no requieren un título universitario en Estados Unidos y en los demás países desarrollados no pueden ser fácilmente subcontratados en el exterior. Muchos de ellos tienen que ver con la construcción, como electricistas, plomeros y albañiles; tampoco puede deslocalizarse la labor de los bomberos, policías y chóferes de camiones. De la misma manera, pocos empleos que requieren un diploma de dos años en la universidad, como los de enfermeras, asistentes de dentistas, mecánicos y técnicos pueden ser subcontratados en el exterior.
En los cargos bien remunerados que generalmente requieren un título universitario, como pilotos, gerentes y administradores, ingenieros, contadores, maestros y programadores de computadoras, existe un mercado global, pero casi todo ese trabajo requerirá interacción con los clientes en lugares específicos. Es cierto que muchos trabajos de contabilidad, ingeniería y computación pueden ser comprados y vendidos a través de internet, pero no todos.
Muchos de los trabajos mejor pagados que requieren un título de posgrado ofrecen la mayor flexibilidad. Es cierto que muchos médicos y abogados están amarrados a su país de residencia, pero algunos servicios médicos se pueden vender en internet y vemos que el bajo coste de los pasajes permite que un creciente número de pacientes viajen grandes distancias para tratamientos, operaciones y cirugía plástica. Asimismo, para muchos consultores y especialistas, la habilidad de viajar e internet son más importantes que el lugar donde viven.
Las costosas universidades están amenazadas por las nuevas tecnologías. Mucho de lo que necesitamos aprender está en internet, disponible a bajo coste, lo que ofrece oportunidades a empresarios de la educación en países pobres.
Los gobiernos son malos previendo las necesidades futuras de la educación, mientras que los mercados son buenos pronosticadores. Dada su naturaleza burocrática, los gobiernos tampoco son buenos proveedores de bienes y servicios, todo lo cual lo hace mejor y más barato el sector privado.
Un buen estudiante que domine el inglés y tenga conocimientos matemáticos básicos puede aprender en internet, a un coste muy bajo, gran parte de lo que necesitará para conseguir un buen trabajo. El papel del Gobierno debería ser facilitarlo.
La globalización y el incremento de la prosperidad alrededor del mundo significan más y mejor pagadas oportunidades de empleo en todas partes.
© AIPE

Richard w. Rahn es director general del Center for Economic Growth y académico asociado del Cato Institute.


http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_40148.html

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