lunes, octubre 29, 2007

Inocencio Arias, Alegrate conmigo, Argentina

lunes 29 de octubre de 2007
Alégrate conmigo, Argentina Inocencio Arias

La campaña electoral argentina, en la que se elige no sólo al presidente sino a un número de legisladores y gobernadores, ha sido un tanto apática y debe concluir con el esperado resultado del triunfo de Cristina Fernández. Su margen en las encuestas es enorme.
Tanto la campaña como la situación del país constituyen un desmentido a convicciones que hasta ahora eran axiomas políticos. La señora Fernández, esposa del presidente de la República, va a ganar de calle la Presidencia(con una considerable ayuda económica camuflada del Gobierno, según sus detractores), aunque tuviera que esperar a la segunda vuelta, después de haber dado escasas entrevistas, excepto a medios locales, y de negarse a participar en ningún debate con sus numerosos contrincantes. Rompe esto bastantes esquemas establecidos. No los destroza menos la muy mejorada situación del país, que ha crecido en los últimos años “a la china”, es decir, con tasas de anuales de 8 o 9%, algo que si un comentarista hubiese vaticinado hace diez años le habría llevado a ser tachado de ingenuo o de borracho.
Parte de la bonanza, deseemos que no pasajera, obedece al espectacular despegue de las materias primas que Argentina exporta... La llamarada espectacular de los precios de algunas de ellas, entre otras el trigo..., aniquila también la creencia clásica de que la relación de intercambio entre lo que produce el Sur y los productos manufacturados que le proporciona el Norte sería siempre perjudicial para los países sureños.
Por último, el Gobierno saliente de Kirchner ha pulverizado otro dogma, el de que apartarse sistemáticamente de las políticas monetarias del Fondo Monetario Internacional es un error que pronto acaba en batacazo y empobrecimiento. Argentina no sólo rompió con el Fondo sino que se regodea pregonándolo y casi lo ha demonizado públicamente hasta en los anuncios de la actual campaña electoral. La política gubernamental, favorecida por la candidata Fernández, tiene evidentemente sus detractores. Muchos economistas ortodoxos dicen que “más dura será la caída”, que la inflación alcanza ya cotas claramente peligrosas, que las cifras de ésta están groseramente maquilladas por el Gobierno y que Argentina, a pesar de haber pagado unos 9.500 millones de dólares, con la ayuda de Hugo Chávez, aún tiene una deuda insoportable. Todo esto no parece hacer mella en el votante. El futuro dirá si Cristina Fernández deja el buen sabor de boca popular con el que sale su marido o si los condicionantes económicos asoman de nuevo negativamente la cabeza y le aguan el 200 aniversario de la independencia, que llegará el año 2010.

http://www.estrelladigital.es/a1.asp?sec=opi&fech=29/10/2007&name=arias

No hay comentarios: