lunes, octubre 29, 2007

Urbaneja, Vivir mas años, riesgos y oportunidades

martes 30 de octubre de 2007
Vivir más años: riesgos y oportunidades Fernando González Urbaneja

Las tablas de esperanza de vida que elaboran los demógrafos del INE atribuyen a los españoles, en especial a las españolas, uno de los datos más favorables del mundo. Es un dato estadístico, medio, y por tanto de difícil acomodo individual. Y un dato también genérico porque al hecho de vivir hay que añadir el cómo se vive, las circunstancias vitales en la recta final, cuando más necesidades se tienen por desvalimiento.
Con todo, un dato relevante de esas tablas (ver en detalle en http://www.ine.es/prensa/np472.pdf) es que durante los treinta años de democracia la esperanza de vida ha mejorado en algo más de siete años, de 73 a 80, para colocarse al lado de las que presentan los otros países más desarrollados de Europa.
La esperanza de vida, merced a la generalización de los cuidados y a los avances de la medicina y de la higiene (al agua corriente y a las vacunas), ha sufrido una transformación revolucionaria durante el último siglo, tras unos milenios en los que esa esperanza media de vida apenas alcanzaba los treinta años.
El dato para los españoles estimado por los demógrafos para el año 1901 era de 34,7 años, que alcanza los 50 años en 1941 y los 73 en 1976. La única década que conoce un retroceso fue la segunda del siglo pasado (de 1911 a 1921), afectada por la terrible gripe (mal llamada española), que entre 1918 y 1919 acabó con la vida de más de cincuenta millones de personas en todo el mundo. En España se estima que costó la vida a más de 200.000 personas. La literatura de la época recoge con fatalismo aquella pandemia.
Entre los años 1940 y 1960, por las causas ya citadas, se produjo en gran salto delante, de 50 a 72 años de esperanza de vida. La alimentación de los españoles cambió sustancialmente en ese periodo. A comienzos de los setenta las familias españolas dedicaban a la alimentación algo más del 50% de su gasto de consumo, un porcentaje que desde entonces ha caído a una cota inferior a la mitad.
Durante todas las últimas décadas se ha producido un aumento apreciable de la esperanza de vida hasta la cota actual, que supera los 80 años. Los demógrafos más optimistas, teniendo en cuenta los nuevos progresos de la medicina preventiva y predictiva, estiman que el horizonte del siglo como esperanza de vida media previsible ya no pertenece al mundo de la utopía. Unos datos que ponen sobre la mesa desafíos nuevos, oportunidades y riesgos que modifican el perfil de la sociedad, el reparto del tiempo y de la ocupación. Oportunidades que abren un nuevo mercado de empleo y de consumo, el de los que hasta ahora llamamos mayores, de más de setenta años, que pronto serán la gran mayoría de la población y de los votantes.
fgu@apmadrid.es

http://www.estrelladigital.es/a1.asp?sec=opi&fech=30/10/2007&name=urbaneja

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