Juana (Iñaki Ezkerra)
29.10.2007 -
i.ezkerra@diario-elcorreo.com
Juana Iturmendi es noticia estos días por creer que los políticos no son una clase social aparte, una élite que debe tener más derechos que el resto de los mortales. Juana es una parlamentaria del PP que no usa el retórico latiguillo de 'los vascos y las vascas' pero que, sin embargo, procura sacar ese igualitarismo protocolario del terreno de la pura oratoria y llevarlo a la vida cotidiana. Juana ha intentado simplemente que 'todas las vascas' puedan hacerse revisiones gratuitas para prevenir el cáncer de mama no a partir de los cincuenta años sino de los cuarenta y cinco, pero se ha topado con la ¿insólita? oposición de las parlamentarias de todos los demás partidos, que curiosamente tienen derecho (un derecho que ellas se dieron en su día a sí mismas por parlamentarias) a hacerse gratuitamente esas mismas pruebas a partir de los cuarenta. Juana Iturmendi ha cometido el terrible delito de recordárselo con el documento oficial en mano y ellas no han tenido problema en montar una rueda de prensa para negar lo obvio, para explicar que dos y dos no son cuatro aunque lo parece, para dar la vuelta a la realidad, para volver el mundo al revés -como es ya tradición en Euskadi- y presentar lo que podríamos denominar 'un manifiesto antitetánico' en el que el enemigo a batir no es el cáncer sino Juana Iturmendi.A mí me parece enormemente aleccionador, sintomático y gráfico (además de mamográfico) este lío que se ha armado en el 'seno' del Parlamento vasco para impedir a toda costa la socialización de la oncología mamaria y para luego negar que se estaba impidiendo a toda costa. Me parece que este 'sintético' debate es toda una metáfora y una 'radiográfica' del debate político en general. Aunque esta polémica no tenía que ver nada ni con la soberanista ni con la antiterrorista se han reproducido en ella todos los tics, los vicios, las trampas, los subterfugios, los sofismas, las mentiras, las ocultaciones y las relativizaciones que se producen en esas dos polémicas. Si no somos capaces de llamar a las cosas por su nombre en esta discusión sobre un simple tema sanitario; si vamos a asistir a una operación de tergiversación y oscurecimiento mediático de la verdad en la que se vuelque una legión de políticos sin bachillerato y de locutores con defectos de dicción y becarios de los periódicos para convertir a los justos en injustos o para practicar la pirueta de la equidistancia y presentárnosla como la repera de la objetividad, entonces no tenemos remedio. Juana es noticia porque es una política decente que quiere que las demás mujeres tengan la oportunidad de salvar su vida que ella tuvo. Quienes creen que los políticos son de una casta superior pueden poner el grito en el cielo o pueden, en cambio, aprovechar esta ocasión para reflexionar, para hacerse mejores, para parecerse un poco a Juana Iturmendi.
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20071029/opinion/juana-inaki-ezkerra-20071029.html
lunes, octubre 29, 2007
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