lunes 29 de octubre de 2007
Los frenos al desarrollo
JUAN VELARDE FUERTES
¿Qué es lo que mueve, básicamente, ese alud de pateras que se dirige hacia España o hacia Italia, con subsaharianos a bordo? El profesor Viana, hace ya tiempo, habló de cómo, en África, existía, por las lamentables condiciones de las zonas rurales, una emigración del campo a la ciudad. En ésta, tampoco las condiciones son mejores. Y a continuación surge la idea de saltar, como sea, a Europa.
Se han dado muchas explicaciones sobre lo que origina básicamente todo esto. René Dumont ha acertado, sin embargo, cuando tituló así un libro suyo: «L´Afrique Noire est mal partie». Desde su independencia, ha arrancado mal, o incluso muy mal, el vehículo africano. Y eso a pesar de que el mundo desarrollado se encuentra presto a adquirir petróleo, minerales, productos tropicales, con alzas importantes en sus cotizaciones. Y la base del subdesarrollo actual se encuentra, no en el llamado problema de la deuda externa, sino por un triple impacto que es capaz de frenar cualquier progreso material. En primer lugar, por un pésimo nivel de la burocracia, cuando los países africanos son muy intervencionistas. La falta de formación de los empleados públicos se suma al talante de unos políticos que tienen ideas muy curiosas de cuál es el papel que les corresponde en la función pública. La democracia liberal realmente no existe en la inmensa mayor parte de África, y eso tiene consecuencias. En segundo lugar por la inseguridad jurídica, unida mil veces a una Justicia que no tiene independencia, y que busca cualquier cosa menos imponer de modo rotundo, la ley, a lo que se agregan altísimas cifras de criminalidad, consecuencia en mil ocasiones del bajo nivel de vida. En tercer lugar, por los altísimos niveles de corrupción. El Índice de Percepción de la Corrupción llama la atención en prácticamente todos los países. A veces se considera, por los funcionarios, que no pedir una mordida es absolutamente irracional, incluso para pequeñas actuaciones. Recientemente el Foro Económico Mundial y el Banco Africano de Desarrollo, en el documento «Africa Competitiviness Report» señalaban cómo la calamitosa situación de Zimbabwe se debía a «una completa ausencia de derechos de propiedad, altos niveles de corrupción y dejadeces del sector público en sus relaciones con los ciudadanos». Y si se quiere ratificar esto, léase además el artículo de William Green, «Where investors fear totread», en «Time» de 9 de julio de 2007. Por consiguiente, menos hablar de que todo esto lo produce la deuda externa.
Por supuesto está la desertización, los rápidos de los grandes ríos, no enlazar con las grandes líneas del tráfico marítimo. Pero lo esencial del freno al desarrollo es lo dicho, y la responsabilidad es, exclusivamente, africana. No se transfieran responsabilidades a Europa o a Norteamérica.
http://www.abc.es/20071029/opinion-firmas/frenos-desarrollo_200710290243.html
lunes, octubre 29, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario