Xavier Navaza, Y prosigue el remalazo jacobino

jueves 4 de octubre de 2007
XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
Y prosigue el ramalazo jacobino
Mientras en Compostela Emilio Pérez Touriño reclamaba un consenso global para vindicar ante el Gobierno central mayores cotas de autogobierno para nuestra tierra, en Madrid, en el Congreso de los Diputados, los nacionalistas gallegos recibían una bofetada jacobina en todo el rostro.
Y esto sucedía pocos días después de que el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, despachase el diputado Francisco Rodríguez (BNG) con una rotunda negativa a la mera posibilidad de que Galicia tuviese competencias en materia de tráfico.
La actitud del jefe de la Policía ponía de manifiesto, así, la doble vara de medir que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aplica a la hora de proyectar sus decisiones sobre el laberinto español, ubicando a la ciudad de Compostela a mil años luz de Barcelona y Gasteiz.
En esta ocasión se trataba de una iniciativa de Olaia F. Dávila, que se hizo eco ante los patricios de la nación española de una de las vindicaciones de Anxo Quintana, que exige -en cumplimiento del Estatuto de Autonomía y de la Constitución- el traspaso a Galicia de los programas de formación continua laboral.
Eso, claro, unido a los cuantiosos fondos económicos que el Gobierno central dispone cada año en los Presupuestos Generales del Estado para esta materia. Pues bien, en este caso, ni siquiera se dignó a salir a la tribuna el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, para responder a la diputada del Benegá.
A Caldera le bastó con enviar a un propio de tercera fila, cuyo nombre nadie recuerda ya, para cerrar de un carpetazo la demanda de sus aliados en el Gobierno autonómico de Galicia. El inquilino de La Moncloa, pues, sigue adelante con su ramalazo centralista y nada indica que vaya a poner fin a su nuevo talante antes de que las urnas emitan su veredicto en primavera.
Hombre, sí, al menos la iniciativa de doña Olaia sirvió para que -por una vez en la vida- los nacionalistas periféricos se pusiesen de acuerdo en algo. Todos, de CiU a la Esquerra Republicana de Catalunya, pasando por el PNV, apoyaron la propuesta de la diputada del Bloque, cuya argumentación se basó en varias sentencias del Tribunal Constitucional que amparan su iniciativa.
Carles Campuzano, convergente catalanista, incluso le recordó a los socialistas que el nou Estatu hace mención explícita de los fondos de formación continua laboral como parte de las competencias exclusivas de las comunidades autónomas. Campuzano agradeció a la representante del nacionalismo gallego que presentase su iniciativa porque, dijo, "permite que nos pronunciemos ante el grave incumplimiento" de una sentencia del Alto Tribunal.
Por parte socialista, la respuesta del Gobierno central fue considerada como un trámite burocrático: se dice que no y santas pascuas, de modo que el Partido Socialista, en esta ocasión, siguiendo la tónica instalada por Rubalcaba, apenas se molestó en preparar la salida a escena de su mediocre portavoz habilitado para la ocasión.
Pero en cuanto a la actitud de los diputados del PP, su respuesta incluso fue peor que la del PSOE: "A los nacionalistas", vino a decir la popular Amelia Caracuel, "lo único que les interesa es el afán recaudatorio, sólo quieren el dinero para gestionarlo en sus respectivas comunidades... no les interesa la formación de los trabajadores".
A LA CONTRA
La invasión de las gaviotas
No hay como estar a la contra para que las gaviotas levanten el vuelo sobre los predios de la nación. Alfonso Rueda, secretario general del PPdeG, ordenó zafarrancho de combate y volaron bandadas hacia los nidales del Hórreo. Se cerraba el debate sobre el estado de la Autonomía y aquello merecía un final apoteósico: 573 fueron las propuestas que los populares presentaron ayer: nada que ver con el escueto y apretado número de iniciativas cuando Manuel Fraga estaba en el poder .
"CUL DE SAC" EN SERRABAL
De la burla al desamparo
Los trabajadores de la mina de Serrabal y de las fábricas de Ferroatlántica en Cee y Sabón impidieron ayer, por segundo día consecutivo, la firma de las actas de expropiación de los terrenos sobre los que ha de circular el AVE entre Santiago y Ourense. Es la historia de nunca jamás: entre el empresario Juan Miguel Villar Mir y la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, la situación amenaza con convertirse en cul de sac. Si hacemos caso al primero, Fomento ha ampliado sustancialmente la superficie que se expropiará, sin previo aviso y rompiendo el protocolo de las negociaciones entra ambas partes. Y si nos atenemos a la sinuosa trayectoria de la señora Álvarez, en cuanto se refiere a la modernización de los ferrocarriles en nuestra tierra... tenemos razones para desconfiar. Entre unos y otros, demonizando al empresario o recelando de la demostrada capacidad que la ministra tiene para la comedia, lo que queda es un sentimiento de burla y desamparo .