jueves, octubre 04, 2007

Vision amplia y compromiso

Visión amplia y compromiso
05.10.2007 -

El desacuerdo con que se cerró ayer la reunión de la mesa sectorial de Osakidetza llena de incertidumbre el desarrollo de una negociación de la que depende en buena medida el futuro inmediato del Servicio Vasco de Salud. Desde hace años, nuestro sistema sanitario está sometido a fuertes tensiones, como corresponde a un modelo asistencial que se ha ido desfasando por el paulatino desequilibrio entre una demanda expansiva de servicios y una oferta casi estancada. En la última década, los recursos, tanto humanos como materiales, no han aumentado en Osakidetza en la misma proporción que los avances tecnológicos y médicos, ni se han acompasado a los requerimientos de una sociedad, cada vez más envejecida, que reclama mayores y mejores prestaciones. Y aunque los principales indicadores sanitarios siguen situando a Euskadi en los primeros puestos del Estado, son numerosos los síntomas de deterioro, cuando no agotamiento, de un sistema que necesita una modernización y actualización de manera inmediata. En este tiempo, la Administración ha caído, además, en una perniciosa práctica consistente en resolver los problemas de manera aislada, satisfaciendo a un colectivo determinado o cubriendo una demanda concreta, sin importarle sacrificar en este empeño cortoplacista acuerdos amplios y de calado. La consecuencia de todo ello es una creciente insatisfacción laboral, alimentada en muchos casos por los que se consideran agravios comparativos, una irregular evolución de los servicios y la ausencia de un mapa de conjunto que señale hacia dónde debe avanzar la Sanidad vasca. Ante esta realidad, es imprescindible que las partes implicadas asuman una responsabilidad que vaya más allá de lo inmediato y que permita atajar las deficiencias de fondo y estructurales que afectan al sistema. Y para ello, Osakidetza, los sindicatos y los representantes de cada estamento laboral deben comprometerse en una negociación global que conduzca a un marco estable, racional y económicamente sostenible para todo el personal de la Sanidad, asumiendo sus singularidades pero con visión de conjunto. Un acuerdo que se encuadraría dentro de la reforma en profundidad del Sistema Vasco de Salud que el Gobierno tiene que convertir, de una vez por todas, en una prioridad máxima y sostenida en el tiempo. Un proceso inaplazable que necesita compromiso y visión amplia.

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