jueves, octubre 25, 2007

Primo Gonzalez, ACS busca la puerta de salida en Iberdrola

viernes 26 de octubre de 2007
ACS busca la puerta de salida en Iberdrola Primo González

Las incursiones de las constructoras en campo ajeno, una de las señas de identidad de esta etapa del ladrillo, parece que están en fase de reconsideración. La culpa puede haberla tenido una serie de factores, desde la desmesura de algunas inversiones fuertemente apalancadas (con exceso de deuda), el alto endeudamiento al que han llegado algunas constructoras, las dificultades que se avecinan ara financiar estas aventuras con la alegría con que han sido financiadas hasta ahora y, por qué no, la resistencia de los destinatarios de estas inversiones.
Hay algunos casos especialmente recalcitrantes en el sector y quizás los más llamativos sean los protagonizados por Sacyr, por Ferrovial y por ACS, tres compañías que no se contentaron en su día con afrontar una fuerte diversificación de sus negocios hacia áreas más o menos colaterales (las concesiones de infraestructuras, los servicios públicos o el sector inmobiliario) sino que han emprendido aventuras de mayor longitud de onda. A las tres, la Bolsa les está aplicando un correctivo de intensidad variable, que de alguna manera es un calificativo a su gestión pero también una forma de valorar sus expectativas futuras de beneficio o de pérdida. A Sacyr la están castigando por su torpe aventura francesa (ha entrado en la constructora Eiffage, de la que no sabe como salir y en la que no pinta nada a pesar de ser el principal accionista), a Ferrovial le reprochan su desafortunada elección al tomar posesión de un negocio tan complejo como los aeropuertos británicos en donde las tarifas pública son dan ni para pagar los intereses de la deuda contraída y, finalmente, a ACS, fenómeno más reciente de castigo, le están reprochando su escasa habilidad para gestionar sus dos participaciones en el sector eléctrico, en el que se ha metido sin mucha reflexión, aunque controla el poder en Unión FENOSA (la tercera eléctrica del país) y pretende ser parte decisoria en la primera, Iberdrola, en donde no le dan la más mínima oportunidad de participación, en parte porque la legislación vigente lo limita (no se puede estar al mismo tiempo en dos eléctricas que compiten entre sí).
¿Cómo saldrá ACS del embrollo eléctrico en el que se ha metido? Esa es una de las preguntas que se hacen desde hace unas semanas en medios económicos. En Iberdrola, ACS no sólo carece de peso accionarial específico suficiente (apenas un 12% del capital) sino que ha levantado las suspicacias del núcleo directivo dominante, que está embarcado en una carrera de aumento de dimensión no sólo para satisfacer sus ambiciones legítimas de crecimiento sino, de paso, para diluir al intruso, en esta caso ACS. Parece que el pacto entre las partes no ha sido posible y que ACS tiene enfilada, de una u otra forma, la puerta de salida.
La cuestión es cómo la afrontará, máxime en momentos de alta sensibilidad política (vísperas electorales) en los que al Gobierno no le hará mucha gracia ver a su primera compañía eléctrica (antes lo era Endesa, ahora lo es Iberdrola, por valor en Bolsa, tras su acelerada expansión internacional y las dos absorciones realizadas) embarcada en una feroz lucha por el poder, en la que en principio sólo un extranjero podría tener opciones, ya que no aparece en el sector energético ningún aspirante a la compra de la mayoría, habida cuenta de que ninguno de los hipotéticos aspirantes cuenta con la solvencia suficiente para afrontar una operación así. Las entidades financieras no parecen estar por la labor, menos aún en los tiempos que corren.
Al final, un aspirante extranjero parece ser la única opción que le permita a ACS salir del embrollo con la cabeza en su sitio y con los bolsillos bien surtidos para devolver el mucho dinero que debe a los bancos. Al fin y al cabo, la inversión en Iberdrola debe haberle reportado buenas plusvalías hasta la fecha, unas plusvalías que quizás no existirían si los gestores de Iberdrola no hubieran tenido que lidiar con la presión de un accionista presuntamente hostil que ha estado merodeando durante largos meses en busca del botín, es decir, de un puesto preferente en el cuadro de mando de la eléctrica. La solución quizás no se haga esperar.

http://www.estrelladigital.es/a1.asp?sec=opi&fech=26/10/2007&name=primo

No hay comentarios: